_
_
_
_

Condenado un empresario de Valencia a cinco años de cárcel por vertidos contaminantes en L'Albufera

Hechos probados

El empresario Miguel Cases Martínez fue sentenciado ayer, por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia, a cinco años de cárcel por vertidos contaminantes en el parque natural de L'Albufera. La sentencia reconoce probado que entre los años 1996 y 1998 la empresa Gracomsa, de la que figuraba como gerente y administrador único, realizó al menos tres vertidos procedentes del refinado de aceites comestibles y margarina. Cases Martínez ya fue condenado por otro delito de contaminación medioambiental en 1993. En aquella ocasión, la pena fue de seis meses y un día.Miguel Cases Martínez es el primer empresario valenciano que irá a la cárcel por un delito contra el medio ambiente si al final se hace firme la sentencia emitida ayer. Cases, que ya fue condenado por un delito similar en 1993, no podrá eludir ahora la prisión a no ser que recurra contra la sentencia al Tribunal Supremo.

El proceso se inició en 1999 cuando el Juzgado de Instrucción número uno de Catarroja tomó cartas en el asunto. Diferentes grupos ecologistas advirtieron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de la existencia de manchas de grasa en las aguas del parque natural.

Ante la denuncia, el Seprona inició las investigaciones, las puso en conocimiento de la Fiscalía y ésta decidió actuar. Los ecologistas no se personaron como parte en el proceso por una cuestión, según aseguran, de "incapacidad de articular una acusación particular en el corto plazo de tiempo en que se resolvió todo". La vista oral se celebró el pasado 5 de diciembre y ayer se emitió la sentencia por la que Cases Martínez ha sido condenado a cinco años de prisión, inhabilitación especial para la profesión de gerente durante cuatro años y multa de 32 meses a razón de una cuota diaria de 3.000 pesetas (2,8 millones de pesetas).

En la sentencia constan como probados al menos tres vertidos contaminantes procedentes de Gracomsa. El primero se produjo el 17 de septiembre de 1996 a través de las acequias Bras Nou y Favara. Las aguas de L'Albufera, a la altura del Puerto de Catarroja -en cuyo polígono industrial se ubica la refinera de aceites-, presentaban una capa de 20 metros de ancho y un grosor que oscilaba entre los 3 y los 15 centímetros. A principios de abril de 1997 y en noviembre de 1998 se repitieron los vertidos. Hasta 12 testigos aseguraron en la vista oral que, con seguir el curso de las aguas, se llegaba al origen del vertido: Gracomsa. Pero, además, la Audiencia Provincial ha considerado, según consta en la sentencia, que el hecho de que se hayan probado al menos tres vertidos supone reincidencia.Miguel Cases Martínez, cuya defensa ha pedido en todo momento la absolución de los cargos que se le imputaban, se ha convertido en el primer empresario valenciano que ingresará en prisión si el Tribunal Supremo confirma la sentencia.

La Federación de Ecologistas en Acción del País Valenciano consideró ayer que esa sentencia supone un "mensaje claro para todas las actividades industriales que realizan vertidos contaminantes", según el abogado de los ecologistas, José Luis Ramos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_