Los delitos descienden en las grandes ciudades y se disparan en los pueblos

Los delitos en España bajan, suben o repiten según qué datos se miren y, sobre todo, quién los mire. Las cifras del Ministerio del Interior muestran que la delincuencia está bajando en las ciudades (hasta octubre de 2000 se perpetraron 84.346 delitos menos que en el mismo periodo de 1999) y subiendo en los pueblos (24.225 delitos más). Interior está convencido de que la delincuencia se está estabilizando, visión que en absoluto comparte el PSOE, que interpreta que España es cada vez más insegura.

Jaime Mayor, ministro del Interior, aseguró el pasado día 28 en la Comisión de Justicia e Interior del Congreso que entre 1997 y 1999 los delitos crecieron globalmente un 4,92%, pero matizó que en lo que va de 2000 se ha producido un bajón de la delincuencia del 4,02%. "Esto significa que en los últimos años el crecimiento de los delitos ha sido sólo del 0,91%. Y creo que el dato del 4,02% va a mejorarse y que llegaremos al [crecimiento] cero en estos cuatro años", dijo. Los datos de Interior, mirados detenidamente, indican que la delincuencia sube en las zonas rurales, demarcación de la Guardia Civil, y que baja en las ciudades, bajo vigilancia del Cuerpo Nacional de Policía, y en el País Vasco, territorio de la Ertzaintza. En conjunto, entre enero y octubre de este año se han cometido (conocido, según la terminología policial) 1.491.770 infracciones penales en los territorios controlados por dichos cuerpos, lo que supone 60.112 menos que en los mismos meses de 1999.

Los peores datos proceden de la Guardia Civil, que este año ha conocido 416.546 infracciones frente a las 392.321 del mismo periodo de 1999 (un 6,18% más). Esta cifra confirma la tendencia apuntada por el Instituto de Estudios de Seguridad y Policía de "un crecimiento insostenible" de la criminalidad rural, que aumentó un 73% de 1990 a 1999. Según dicho instituto, "la mera y mecánica presión policial en el medio urbano contra los delincuentes parece estar produciendo un trasvase de éstos hacia el medio rural, buscando escenarios menos peligrosos para cometer el delito y para sustraerse de la acción investigadora".

La presión en las urbes obedece, según Interior, a la puesta en práctica en las capitales de provincia y en las ciudades de más de 20.000 habitantes del llamado Plan Policía 2000. Mayor asegura que ésta es la causa de que las infracciones penales en el territorio de la policía (donde viven 24 millones de españoles) haya bajado "un 8,5%". Entre enero y octubre, el Cuerpo Nacional de Policía ha conocido 1.017.766 infracciones penales frente a las 1.102.112 del mismo periodo de 1999. El descenso ha sido, por tanto, del 7,65%.

Claro que los sindicatos policiales y el PSOE sospechan de que la bajada es "una manipulación estadística". José Manuel Sánchez Forner, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP), da dos pistas: "Hasta el Plan 2000 los tirones se computaban como tales pero, desde su entrada en vigor, salvo que haya lesiones o se identifique a los autores, ya no son tirones sino hurtos. Los robos a varios coches en un garaje figuraban con una denuncia por cada coche dañado o robado, ahora se anotan como un solo delito".

Los socialistas ni siquiera se creen los datos de Interior, ya que estiman que el Gobierno "carece de datos suficientes para conocer la realidad de la inseguridad ciudadana" que, a su entender, "ha evolucionado al alza". El diputado socialista Victoriano Mayoral prefiere remitirse a los datos de 1995 para señalar que frente a los 908.264 delitos de aquel año en 1999 hubo 918.553. "Son 10.000 más, por lo que según los datos de Interior en estos cuatro años se ha incrementado la delincuencia en España", asegura.