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Desfile

E. CERDÁN TATOSi alguien quisiera definir al actual Gobierno conservador por su repertorio léxico, no tendría que cavilar demasiado: es tela cortada. Con un Gobierno de los recoveros, despacharía la papeleta para nota. Desde aquel espontáneo y chispeante manda huevos de Federico Trillo, hasta el reciente, chabacano y orejón saldrá adelante por huevos, de un ministro que atufa a chotuno, jamás las partes pudendas invocadas describieron con tanto detalle y buen tino la demolición y venta sistemática de nuestra democracia.

Al audaz politólogo le corresponde explicarnos si es que en las urnas del sufragio universal se manufacturan ahora mayorías absolutas o divisiones panzer; y lo que aún resulta más delicado: explicarles a los que exhiben el poder y la chirigota en la entrepierna, que las mayorías absolutas no están para hacer albóndigas del adversario, sino para honrar a las minorías y echarle los focos a los intereses generales y no al saqueo de una panda de chorizos. Tendrá que explicarles también a algunos de esos arrieros de la política que el voto no es una leva de gastadores y que difícilmente un proyecto hidráulico se mueve a los acordes de una marcha militar. Los conservadores, tras un tímido y frustrado asalto a la moderación, se están replegando a sus posiciones montaraces de costumbre. No tienen apaño.

No pienso perdérmelo. Y cuando llegue el momento, me apostaré en las inmediaciones del Congreso para que no me cuenten la función. No sé si es asunto del subconsciente, pero se percibe en la retórica del menda la añoranza de un pasado victorioso. Y nunca se sabe, con esa cara de cabreo que se les ha puesto, hasta dónde pueden llegar. Vamos a ver si ese día, los diputados de la apolillada derecha forman de tres en fondo, y ocupan al hemiciclo desfilando en pelotón. Entonces, vendrán las dudas y los temores. Tal vez alguno de los testigos, les advierta a sus señorías un bulto sospechoso bajo el sobaco y pregunte: "Oiga, ¿llevarán pistola? Pero qué cosas tiene. Pues, ¿serán los cojones, no?, hombre, tampoco exagere. ¿Quizá, la cartera?" Calcule usted.

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