Los herederos de Gutenberg
Tercer puesto
El invento del alemán del siglo XV Gutenberg todavía sigue dando sus frutos. Este grabador nacido en Maguncia hizo sus primeros pinitos utilizando caracteres móviles de una aleación de plomo. Hacia 1450 imprimió con su invento la famosa Biblia latina a doble columna, que terminó llamándose la Biblia de Gutenberg. Cinco siglos después, la imprenta sigue dando mucho juego. De hecho, la impresión es la principal actividad del sector vasco de artes gráficas, al que aporta el 55,2% del sector y el 54,4% del empleo.Este negocio tradicional que ahora factura 100.000 millones sufrió, como tantas empresas, años duros. Una aguda crisis golpeó a esta actividad entre 1991 y 1993. Un año después comenzó a remontar y, ahora, se mantiene en una moderada curva de crecimiento que, en el caso de los editores, alcanza el 4% anual. La edición es el segundo subsector en importancia. Los editores representan casi el 21% de las empresas de artes gráficas y más del 29% del empleo.
La especialización alavesa
Las editoriales son las únicas empresas de este sector heredado de Gutenberg que cuentan con una asociación vasca, el Gremio de Editores de Euskadi. Su presidente, Javier Gogeaskoetxea, asegura que el mercado editorial vasco está "asentado" y destaca la alegría que está proporcionando al negocio la creciente edición de libros en euskera.
El País Vasco ocupa el tercer puesto del sector editorial español, muy lejos de sus dos predecesores, Madrid y Barcelona, que tienen una cuota de mercado conjunta del 89%. Pese a la distancia en el volumen de ventas, todas las editoriales españolas comparten el mismo problema: una excesiva dependencia del mercado exterior. Entre el 30% y el 40% de las obras que se editan en España son traducciones, sobre todo, del inglés.Para intentar ganar mercado, cada vez son más las editoriales vascas que acuden a las dos ferias más importantes del sector: Liber de Barcelona y la Feria del libro de Francfort. "Este año, hemos conseguido realizar muchas ventas en Liber, que es una feria dedicada a la exportación, fundamentalmente, al mercado latinoamericano", comenta Gogeaskoetxea. El presidente del Gremio de Editores de Euskadi también valora positivamente los resultados económicos obtenidos en la reciente feria de Francfort que califica de "cita obligada para el sector".
Las 1.100 empresas vascas de artes gráficas son negocios tradicionales, en su gran mayoría de carácter familiar. Sólo 130 del total emplean a más de nueve trabajadores en esta actividad que se concentra fundamentalmente alrededor de las capitales vascas.
Por territorios, Vizcaya es el que mayor peso tiene: aporta el 62,4% del empleo y en esta provincia se ubica la mayoría de las empresas de gran tamaño. Le sigue Guipúzcoa, que representa el 30,6% de los establecimientos y el 28,8% del empleo. A gran distancia y a la cola está Álava, cuyo peso en empleo y empresas apenas llega al 10% del sector vasco.
En Álava, la inmensa mayoría son establecimientos pequeños con dos o tres empleados que han logrado sobrevivir y mantener su cuenta de resultados sin realizar excesivas inversiones tecnológicas, y especializándose en una actividad concreta. Las excepciones a la regla son las firmas alavesas Gráficas Santamaría, Imprenta Pradels y Relieves Basterra. Y, por supuesto, Heraclio Fournier.Esta empresa, fundada en 1868, ha conseguido mantener el liderazgo en la fabricación de naipes. Propiedad desde 1986 de la multinacional United States Playing Card Company, Fournier ha fracasado en su intento de remontar su división de artes gráficas, el talón de Aquiles de la compañía.
Los responsables de la centenaria empresa escindieron sus áreas de negocio en HF Naipes y HF Artes Gráficas, especializada en la edición de libros de gran calidad. Pero, tras la suspensión de pagos declarada en 1996, la imprenta de la centenaria Fournier ha cerrado definitivamente sus puertas.
Fournier es una de las 35 empresas de la Asociación gremial de empresarios de artes gráficas y manipulados del papel de Álava. "El futuro está en la tecnología digital", asegura Fernando Iñigo, secretario técnico de la agrupación.
A la misma conclusión llega un estudio exhaustivo que ha realizado la Federación vasco-navarra de cajas de ahorro sobre el sector de artes gráficas. Según este informe, las carencias tecnológicas y formativas, la atomización, las deficiencias comerciales y la dependencia de equipos productivos del exterior son los principales puntos débiles del sector.
En la otra cara de la moneda, están las ventajas de esta actividad tradicional que cuenta con calidad en el producto, capacidad productiva y flexibilidad y capacidad de actuación. Y también, con cercanía a los mercados comunitarios. El sector vasco exporta el 5%, principalmente, a la Unión Europea, donde 60.000 empresas y 970.000 trabajadores viven de las artes gráficas.
