_
_
_
_

Los escolares de Málaga aprenden a considerar el insulto como una verdadera agresión Los expertos señalan que tras el ataque verbal casi siempre viene el maltrato físico

La agresión verbal forma parte de la vida escolar y del ambiente familiar sin que los niños tengan conciencia del daño que hacen a sus víctimas. Éste es el punto de partida de una iniciativa en Málaga que, mediante un cuentacuentos y una exposición, alerta a los alumnos de primaria y secundaria de las consecuencias negativas del insulto y las vejaciones. Expertos como el profesor de la Universidad de Málaga Juan Romero insisten en que muchas veces se hace hincapié en el maltrato físico y se olvida la violencia moral, que puede acarrear consecuencias muy graves en la formación de la personalidad del niño.

Violencia psicológica

Un cuento nada convencional y su protagonista, Juul, un muñeco de madera, es el núcleo de esta iniciativa contra la violencia moral y el insulto de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. De hecho, son muchas las caras de asombro de los chicos al oír un cuento en el que no faltan alusiones escatológicas y en el que el protagonista ve cercenada su cabeza al final de la historia. Lorena Marín, escritora y cuentacuentos que participa en esta actividad, asegura que los padres se asustan al leer el cuento por su dureza. Marín explica que, tras la aspereza de la historia, se trata de poner un espejo delante del niño para que se percate de lo perjudicial del insulto, que en tantísimas ocasiones se permite en la escuela y el hogar.

Tras la puesta en escena comienza el trabajo con los chicos a los que la monitora pregunta si alguna vez han insultado y cómo se sienten tras oir el cuento. Todos se muestran arrepentidos de cualquiera de las fechorías que hayan cometido en la escuela. Después de cambiar impresiones sobre experiencias propias, los alumnos participan en representaciones del dolor que siente el muñeco de madera mediante juegos de expresión corporal y hablan sobre las magnitudes que alcanza el acoso psicológico en sus colegios y hogares. Lorena Marín explica que los niños cuentan "auténticas barbaridades", con maestros que tratan despectivamente a sus pupilos o familias -sobre todo hermanos- que se insultan continuamente.

La actividad, a la que asistirán unos 1.500 alumnos de primaria y secundaria concluirá el próximo 17 de noviembre con la redacción de una carta desde el colegio en la que deben dirigirse a Juul. Durante la experiencia, la práctica totalidad de alumnos expresan en la misiva su "cariño" al muñeco de madera, según Marín, que advierte de que este primer paso de concienciación debe ser reforzado por profesores y padres.

El profesor de Psicología de la Educación de la Universidad de Málaga, Juan Romero, explica que la agresión verbal es una forma de violencia psicológica y moral que, en muchas ocasiones, precede o acompaña a otras formas más graves de violencia, como es la física. El acoso verbal se manifiesta de diversas formas. Por un lado están los insultos, el desprecio y el socavar la autoestima de la víctima, que muy pocas veces puede defenderse, ya que la agresión casi nunca la realiza un individuo, sino varios chicos amparados por la fuerza de un grupo que les cobija y les da poder.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Aunque aumenta el número de niñas, los objetivos de estas prácticas suelen ser niños que generalmente son tomados por débiles o realmente lo son por tener deficiencias físicas o por rasgos de su personalidad, al ser más introvertidos o aislados. A veces la motivación es el "puro odio" que se origina en el barrio donde viven, fuera del ámbito escolar. La víctima se ve realmente acosada y muchas veces el niño "prefiere que le den dos bofetadas" al maltrato psicológico continuado que se puede prolongar durante semanas.

El tratamiento, según los especialistas, debe dirigirse tanto a la víctima como al agresor. El primero necesita apoyo y cobijo de sus compañeros de clase para no sentirse desvinculado. Al acosador se le debe aislar y quitar el apoyo social que le sustenta, eso sí, teniendo en cuenta la fragilidad de los niños.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_