Positivo por cafeína del corredor del Kelme Óscar Sevilla

El corredor español más en forma en estos momentos, el manchego Óscar Sevilla, no acudirá al próximo Mundial de ciclismo (domingo 15 en Plouay, Francia) después de que la federación le haya abierto un expediente tras detectarse en su orina más cantidad de cafeína que la permitida por el reglamento antidopaje. El positivo se produjo en una carrera del pasado mes de agosto, semanas antes de la Vuelta a España.

Oficialmente, en la lista hecha pública ayer por el seleccionador nacional, Francisco Antequera, se señala que Sevilla, uno de los ciclistas jóvenes españoles con mayor proyección y clase, no acudirá a Plouay debido a una lesión de la que no se ha recuperado. La noticia causó extrañeza ya que Sevilla, de 24 años, estaba en un momento de forma excepcional, habiendo ganado sucesivamente el trofeo Luis Ocaña, en Cuenca, y el Memorial Galera, en Granada. Poco después, fuentes de la federación confirmaban que el joven ciclista de Ossa de Montiel (Albacete) no podría disputar el Mundial ya que la Unión Ciclista Internacional (UCI) prohíbe la participación de cualquier corredor al que se le haya abierto un expediente sancionador, ya sea por un asunto de dopaje ya sea por cualquier otro motivo. "Es una sanción cautelar, por decirlo de alguna manera", señalan en la federación. "Aunque después la comisión antidopaje decida que aunque haya habido cafeína no ha habido positivo y no se le sancione, Sevilla no podrá correr el Mundial. Y si Sevilla recurre va una posible sanción y alarga el caso durante años, tampoco podrá correr con cualquier equipo de la selección española hasta que no haya resolución".Sevilla, en cambio, sí que pudo correr la Vuelta a España, en la que fue el corredor revelación y elemento vital en la victoria de su compañero de equipo Roberto Heras.

El contraanális en la muestra B de la orina del ciclista se efectuó hace unos días y confirmó la presencia de una cantidad de cafeína superior a los 12 nanogramos por mililitro que permite el reglamento antidopaje de la UCI. Él dopaje por cafeína, un estimulante que también afecta positivamente la capacidad de resistencia del deportista, se considera dopaje blando, en comparación con el de anabolizantes u otros estimulantes más fuertes, como la anfetamina, y está sancionado con una suspensión de tres meses.

El consumo de cafeína es habitual en el pelotón. Da chispa y retrasa la aparición de la sensación de fatiga, dicen los ciclistas, acostumbrados a tomar uno o varios cafés antes de comenzar las etapas. Después, durante la carrera, los equipos suelen tener preparadas pastillas de cafeína para su consumo en marcha.

Después de una racha larga de positivos de ciclistas famosos, como el italiano Gianni Bugno o el español José María Jiménez, hace unos años la UCI decidió fijar el umbral de permisividad en 12 nanogramos. Una medida exacta. Justamente para eliminar esa cantidad metabolizada, el ciclista debe consumir, más o menos, unos cinco miligramos de cafeína por kilo de peso, que es, justamente, la cantidad ideal para lograr una mejora del rendimiento sin efectos secundarios. Más de esa cantidad no sólo no mejora el rendimiento, sino que puede tener consecuencias negativas. El problema de Sevilla pudo ser debido a una excesiva concentración de su orina debida a la deshidratación producida por el calor. El mejor resultado del corredor del Kelme en agosto lo consiguió en la Vuelta a Burgos, prueba en la que terminó segundo tras el italiano Piepoli.