_
_
_
_

El movimiento vecinal pacta con la Generalitat el fin de la 'guerra del agua'

La Generalitat y el movimiento vecinal de Cataluña pusieron ayer punto final a la guerra del agua. La rebelión vecinal para eliminar del recibo del agua todos aquellos impuestos y tasas que no tienen nada que ver con el citado suministro ha durado nueve años y le ha salido muy cara al Gobierno catalán: ha dejado de ingresar entre 3.800 y 4.000 millones de pesetas entre las más de 70.000 familias que secundaron el llamamiento de no pagar los impuestos. Los morosos proceden en su mayoría del área metropolitana de Barcelona.El consejero de Medio Ambiente, Felip Puig, y el presidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de Cataluña (Confavc), Alfredo Vela, cerraron ayer el acuerdo. Los representantes de los vecinos no ocultaban su satisfacción por haber conseguido lo que se propusieron, es decir, eliminar del recibo del agua todos los impuestos ajenos al ciclo hidráulico, así como volver a la política tarifaria que regía hasta 1990 en la que al recibo se le aplicaba el aumento del coste de la vida. La gran incógnita que falta por despejar es qué parte de la deuda contraida será recuperada por las administraciones. El consejero declaró ayer que esperan ingresar entre el 55 y el 60% de la cantidad impagada.

Los representantes de los vecinos no ocultaban ayer que será muy difícil calcular familia por familia lo que se debe, teniendo en cuenta que en nueve años se han hecho a través de las asociaciones de vecinos ingresos de más de 2,5 millones de pesetas de aquellos ciudadanos que sólo pagaron el importe del suministro más el IVA.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_