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TRIBUNALES

Juicio a tres acusados de dirigir una red de prostitutas rusas en Valencia

Ni mafias rusas, ni amenazas de ningún tipo, ni chicas secuestradas. Las prostitutas rusas del club Lorena de Valencia vinieron de su país sabiendo que les esperaba un lugar de trabajo en el sórdido mundo de la prostitución y no en ningún cabaret de lujo donde distraer a los clientes con sus bailes. Eso al menos es lo que declaró Alexander A. G. N. acusado de captar a chicas en Rusia para prostituirlas a la fuerza en un club del barrio de la Font de Sant Lluís. El juicio se inició ayer en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia, bajo una gran expectación. Alexander G. N., principal imputado, visiblemente nervioso fue el primero en declarar. Después le tocó el turno a su hermana, camarera del club. Sorprendente fue el relato de Ioulia F., prostituta del Lorena, que en el juicio se desdijo de las acusaciones hechas con anterioridad contra Alexander y que comparece acusada también de obligar a las chicas a prostituirse. Tras el testimonio de un policía que registró el local, compareció la principal denunciante. Tranquila y ayudada de una traductora, afirmó haber sido traída a España engañada y obligada a prostituirse. Las contradicciones en el relato provocaron que las defensas alargaran sus intervenciones. El juez suspendió la vista hasta el próximo día 27.

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