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Ligas extranjeras

Buffon, el falso fascista

Los judíos italianos critican las frases y los símbolos del portero del Parma

Al joven portero del Parma y de la selección Italiana, Gianluigi Buffon, nada le sale bien a la hora de dar coraje a sus compañeros con leyendas o símbolos que mantengan por lo alto la moral del equipo. Mezclando la poca fortuna con la desinformación, el pobre Gianluigi, tiene la receta justa para levantar altas polvaredas en los campos de la política y la ideología. Quienes bien lo conocen, saben que el único campo que verdaderamente le interesa es el del fútbol; donde luce dotes que lo proyectan como el portero con más futuro en el Calcio.Hace poco menos de un año (el 28 de septiembre), antes del partido Parma-Lazio, para incitar a los suyos escribió con lapicero sobre su camiseta "Boia chi molla" (Verdugo al que afloja). La frase era nada menos que el grito de batalla preferido de Mussolini y sus camisas negras. Nadie lo habría notado si no fuera porque el guardameta se presentó después del partido, lo mas orondo, ante las cámaras de la televisión con su camiseta-graffiti. Claro que Gianluigi no tenía idea de las implicaciones históricas de lo que había escrito, por lo que rápidamente tuvo que salir a explicar que la frase en cuestión se le había ocurrido porque en el dialecto de su región (la Emilia Romagna) es una imprecación de uso común entre las gentes.

Las aguas se calmaron enseguida y aunque el Parma no tuvo un año particularmente feliz, Buffon brilló con luz propia hasta convencer a Dino Zoff, el más grande portero en la historia del fútbol italiano -por aquellos días entrenador de la selección-, a confirmarlo como titular.

Debió ocurrírsele otra idea mientras completaba su recuperación de una lesión: para este año, en lugar de lucir el clásico uno, ¿por que no sorprender con un menos formal, el 88, que al mismo tiempo parece representar con sus cuatro círculos una doble ración de atributos viriles? Según su opinión -y viendo como pinta el año- es lo que van a necesitar por Parma para ganar algo.

Pues bien, tampoco la simbología es el terreno de Gianluigi. El día de la presentación del Parma -contra el Valencia-, en un partido televisado a toda Italia, Vittorio Pavoncello, presidente de la Federacion Italiana Macabi y responsable del deporte en la comunidad hebrea de Roma, no se perdió el detalle y elevó la voz: "El 88 es el número que los neonazis alemanes usan para decir "Heil Hitler!" (ya que la H es la octava letra del alfabeto), e inclusive se llama Club 88 al local donde los neonazis se reúnen en Berlin. Este señor ya ha mostrado una camiseta con una leyenda fascista, queremos que explique las razones de su elección".

Y tuvo que explicar, Gianluigi, su bizarra idea y jurar que ni la más lejana sombra de nazismo hay en ella. Y tuvo que contar que desde la semana que viene iniciará el servicio civil (que eligió en lugar del militar) en una comunidad de recuperación de toxicodependientes. Y tuvo que prometer que cambiará de número: ahora luce el 77, que significa en su jerga, dice, las piernas de la mujer. Y hasta desde África, en Kenia, se alzaron voces para asegurar que allí dos hospitales se construyeron con el aporte de, entre otros, Gianluigi Buffon.

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