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La sociedad pública Azti alcanza los 1.300 millones de presupuesto y amplía la red de satélites de detección de pesca

Azti, la sociedad pública del Gobierno que se dedica a la investigación y desarrollo de todo el sector primario vasco, ha aumentado este año su presupuesto en un 30% hasta rozar los 1.300 millones de pesetas. Esta cantidad triplica los recursos de hace siete años y evidencia el fuerte crecimiento de esta sociedad, nacida en 1984 como instituto oceanográfico. Entre las mejoras de este año destaca la incorporación de nuevos satélites de comunicación para identificar zonas de pesca.La inicial labor de Azti sobre el medio ambiente marino y los recursos pesqueros ya es historia. Su actividad se ha ampliado a la mejora de la calidad alimentaria y la investigación y desarrollo de todo el sector primario. A las labores de vigilancia ambiental de las aguas, estudio de corrientes, mareas, biosfera marina, pesquerías o cartografía de algas y crustáceos, en el apartado oceanográfico, suma en lo referente a los recursos pesqueros, el estudio de capturas comerciales, estructura de las flotas o desarrollo de las artes de pesca; y en la tecnología alimentaria asesora a cerca de 250 empresas en sistemas de gestión de calidad y nuevos procesos de producción o detección de fraudes.

Este desarrollo ha llevado a que el presupuesto de Azti se eleve hasta los 1.300 millones, cuando en 1994 se reducía a 404 millones. En el documento de actuación de los tres últimos años, el director general, Xabier Goirigolzarri justifica este crecimiento de los recursos en los resultados de Azti como "centro tecnológico especializado". La sociedad va a ampliar sus actuales sedes, ubicadas en Sukarrieta (Vizcaya) y San Sebastián. La sede donostiarra va a trasladarse a un nuevo edificio en el puerto de Pasajes, con una inversión de aproximadamente 250 millones y una extensión de 2.000 metros cuadrados.

Casi la mitad del presupuesto de esta año está dedicado a la tecnología de alimentos, un apartado que en los últimos años tenía una dotación económica similar a los recursos pesqueros. Aunque de menor cuantía, destaca también el fuerte incremento del área de oceanografía, que se ha duplicado para superar la dotación de 200 millones. Los ingresos de Azti proceden en un 30% del contrato-programa suscrito con el Gobierno vasco, un 26% de las empresas a las que se presta servicio, otro 26% de otras administraciones y un 18% son ayudas de la Unión Europea.

Una de las mejoras previstas para este año se centra en la teledetección, es decir la red de satélites que permite identificar zonas de alta probabilidad de capturas de pesca en todo el mundo. Ahora se reciben datos e imágenes de cuatro satélites y a lo largo de este año se pretende captar información de nuevos satélites para "obtener índices de productividad de las aguas marinas en un tiempo real" y facilitar la detección de bancos de pesca por parte de los mismos buques.

Una de las claves en el desarrollo de Azti fue la creación, hace dos años, de una fundación en su seno que ha permitido la entrada en la gestión de empresas como Iparlat, Salica, Mirotz y Carinda, en el sector agroalimentario; Hidronor y Sanemar, en medio ambiente, y Eroski, en distribución. Esta fundación permite agilidad en los contratos y que los beneficios se reinviertan.

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