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Agricultura promueve el consumo del aceite de girasol como biocombustible

La Consejería de Agricultura apuesta por el uso de aceite de girasol como combustible -mezclado al 8% o al 10% con gasóleo- a fin de contribuir al ahorro de los transportistas castigados por los precios de los carburantes y garantizar la demanda de un cultivo especialmente perjudicado por los acuerdos de la Agenda 2000, que recorta escalonadamente las ayudas que recibía. Para el consejero, Paulino Plata, esta iniciativa supondrá "una nueva puerta para la producción agrícola de oleaginosas".

Plata destacó las ventajas de este biocombustible: supone un ahorro de cuatro pesetas por litro y no aumenta las emisiones de anhídrido carbónico a la atmósfera. La Consejería pretende firmar un convenio con asociaciones de transportistas, taxistas y consumidores para fomentar el uso de estos combustibles, que en países como Francia está bastante extendido. El objetivo es que el consumo de biocarburantes producidos a base de aceites vegetales permita "mantener el campo vivo". Plata explicó que hay otros combustibles de origen vegetal que sustituyen en su totalidad al gasóleo y pueden obtenerse a 100 pesetas el litro. Por ello, avanzó la intención de la Junta de proponer la construcción de una planta para el tratamiento de estos aceites, que tendrá capacidad para procesar unas 22.000 toneladas y requerirá una inversión de 900 millones. La idea de la Consejería es que no sea una iniciativa exclusivamente pública, sino que cuente con participación privada.

El consejero hizo estos anuncios tras dar a conocer las ayudas del programa medioambiental al que podrán acogerse hasta el 15 de septiembre unos 16.000 productores de girasol. Las subvenciones serán sufragadas por la Unión Europea (75%), el Ministerio de Agricultura (12,5%) y la Consejería (12,5%). Las ayudas rondarán este año las 6.000 pesetas por hectárea, en 2001 pasarán a 8.000 pesetas y a 10.000 en 2002. El máximo subvencionable será de 50 hectáreas.

La ausencia de negociación con Marruecos por el tratado de pesca tras nueve meses de amarre de la flota fue otro de los temas abordados por el consejero. Plata reprochó el "abandono" y "la falta de interés" del Ministerio que "no está poniendo todo su esfuerzo" para que se inicien las conversaciones. El consejero lamentó que el Gobierno sea "un mero espectador" y al mismo tiempo pida "calma y sosiego" al sector pesquero, que debido al prolongado amarre está sufriendo una reconversión encubierta. Plata criticó incluso que la Administración central no haya denunciado la ocupación progresiva del caladero por otras flotas como la holandesa, que condicionan el futuro acuerdo ya que están ganando terreno mientras otras embarcaciones siguen amarradas.

El consejero anunció además que en la nueva Ley de Pesca se contemplará la captura de inmaduros como delito ecológico, a fin de hacer frente a las "fragilidades" de la normativa actual. Plata hizo este avance tras conocerse una resolución de la Audiencia de Málaga que considera que esa actividad no puede tipificarse como delictiva, sino que constituye una falta administrativa. Plata aclaró además que la persecución penal de la pesca de alevines fue una iniciativa del fiscal, no de la Consejería.

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