_
_
_
_
_

La soledad del éxito

El ciclismo femenino, aún a su máximo nivel, no moviliza a las masas, pero tampoco a los dirigentes. Desde el sábado, si no antes, se preveía el éxito en el Tour de Francia de la ciclista española Joane Somarriba, pero sólo dos dirigentes la arroparon en el podio de París: el presidente de la Federación Vasca de Ciclismo, Javier Madariaga, (que posó junto a las campeonas con una ikurriña) y el secretario de la Federación Española de Ciclismo, Rafael Torres. Nadie más.En tiempo de plenas vacaciones de agosto las autoridades no hacen mudanza. La situación chirriaba con la actitud demostrada por los dirigentes deportivos e institucionales en el deporte masculino o cuando las mujeres juegan al tenis o practican atletismo (casi las dos únicas excepciones a la regla).

Más información
España vuelve al Arco del Triunfo

No sería por falta de ceremonia, porque en eso los organizadores de la carrera (ajenos al Tour de Francia) se distinguen por un amor desmedido al protocolo, que resiste incluso los embates del temporal.

Somarriba tenía en París a su padre Víctor, que dejó el restaurante que regenta en Sopelana y cogió un vuelo ayer msmo, tras estar al albur de la lista de espera. Ayer por la tarde, apoyado en una valla junto a la meta, aún no sabía dónde iba a dormir. Acompañaban a la ciclista algunos amigos venidos de Vizcaya, y entre los chubasqueros sobresalía el rojo y blanco de una camiseta del Athletic que lucía un joven vizcaino. Algunos españoles de trabajo o de vacaciones en París completaban un séquito tan reducido como entusiasta.

Somarriba prefería pensar que el hecho de que el próximo Tour salga desde Bilbao, unido a su éxito internacional, proponga un mejor futuro a este deporte. Al menos, más acompañado.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_