CONTRA LA MÚSICA BASURA
El año pasado, el esquivo divo mexicano Luis Miguel castigaba a la plana mayor de Warner Music, que se había juntado en Madrid para, entre otras cosas, convencerle de que se convirtiera en su particular Ricky Martin. "No hay nada que convencer", declaraba a EL PAIS. "¿Sabe lo que les digo? Que yo no me voy a poner a sus órdenes. Que si quieren mezclarse conmigo, que vengan a mi proyecto y tal vez yo evite que hagan tanta basura".
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