_
_
_
_
_
VIDA COTIDIANA

Una pareja que había superado el cáncer murió en el Concorde

Irene Vogt-Gotz y su marido Christian Gotz eran una de las parejas más admiradas en la próspera ciudad alemana de Düsseldorf. Ahora, gracias a un reportaje publicado por el diario británico The Independent son, de entre los 109 pasajeros muertos en el siniestro del Concorde el pasado 25 de julio, una de las parejas que más condolencias suscitan.Ella era la propietaria de una de las más reputadas agencias de fotografía de la ciudad. Rubia, de 57 años y sonrisa ancha. Él era escritor y biógrafo, tenía 60 años.

Llevaban siete años casados cuando a principios de 1999 a Irene le detectaron un cáncer de mama. Se sometió a la quimioterapia, y procuró faltar lo menos posible al trabajo, a pesar de que se encontraba muy débil y había perdido el pelo. A los pocos meses, Christian, su marido, después de notarse molestias en el estómago descubrió que padecía cáncer también. Tuvo que someterse a sesiones de radioterapia. Sus amigos dicen que alguna vez Christian se preguntaba "¿Por qué nosotros?". Ella iba perdiendo cada vez más cabello, tuvo que ponerse una peluca y en octubre ya le resultaba casi imposible levantar una cámara de fotos.

A principios de este año los doctores comunicaron a Irene que sus células cancerígenas habían sido erradicadas. Meses después, tal vez animado por el éxito de su esposa, Christian superó también su enfermedad. Cambiaron de vida. Decidieron comprar una casa en el norte de Alemania, reducir el ritmo de trabajo, pasar más tiempo juntos y viajar más.

Y con esos sueños se embarcaron en el Concorde que minutos después iba a estrellarse contra el suelo.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_