La dirección del parque del Montseny impulsa un proyecto para regenerar el Turó de l'Home
La Diputación de Barcelona quiere demoler el observatorio meteorológico de la cima de la montaña
La cima del Turó de l'Home, la más alta del Montseny, recuperará su aspecto original con la demolición del observatorio meteorológico y de parte de la base militar edificada a mediados de los setenta, según prevé el plan director de recuperación de este paraje. La voluntad de la dirección del parque natural del Montseny ya ha provocado los primeros enfrentamientos con varios colectivos conservacionistas, que consideran que el observatorio, inaugurado en 1932, se ha convertido en un elemento inseparable de la imagen de la montaña. Los gestores del parque aseguran que buscaran el consenso.
Actualmente, el punto culminante del macizo del Montseny se encuentra "excesivamente artificializado", según la opinión del director del parque, Jordi Soler. Al observatorio meteorológico, situado a 1.706 metros de altura, se le añadieron en el año 1974 los vetustos edificios de la base militar desde donde se controlan las comunicaciones del Ejército. Desde hace dos años, en la base ya no viven soldados, por lo que buena parte de sus instalaciones, como los dormitorios y la cantina, han quedado inutilizadas.Desde la marcha de los soldados, la Diputación de Barcelona, gestora del parque del Montseny, ha negociado con el Ministerio de Defensa la cesión de la base militar, algo que se ha conseguido en parte. De los tres principales edificios de que consta, uno quedará para uso exclusivo del Ejército, otro será demolido y el tercero acogerá el observatorio meteorológico y algún "equipamiento cultural", según ha explicado la dirección del parque natural. A pesar de ello, la propiedad del edificio seguirá siendo del Ejército.
El conjunto de actuaciones previstas para restaurar el Turó de l'Home, que también incluyen cambios en el sistema de accesos, tienen un presupuesto de 199 millones de pesetas. De momento se han invertido cerca de 25. "El resto se hará cuando hayamos podido hablar con todos los implicados", aseguran en tono conciliador fuentes de la dirección del parque natural. El plan director impulsado por la Diputación prevé ejecutar todas las actuaciones antes de 2003, aunque los enfrentamientos con los conservacionistas hacen prever una demora importante.
La disputa entre los ecologistas y los gestores del parque estriba en que los primeros consideran que el gran problema del Turó de l'Home es la base militar, no la estación meteorológica. "Lo que ha quedado obsoleto es la base militar, no el observatorio". Por ello defienden el cese de toda actividad militar y la demolición de la base.
En lo que coinciden ecologistas y gestores es en la necesidad de detener la degradación del Turó de l'Home. Por su altura y situación, esta cima presenta una flora propia de los estratos subalpinos, casi única en el Montseny y en la cordillera prelitoral.
La principal peculiaridad del observatorio, el primero de alta montaña que hubo en la península Ibérica, es que en él aún vive un meteorólogo durante todo el año, algo infrecuente en Europa. "Quieren echarnos de aquí aun sabiendo que nuestra presencia es la primera garantía para preservar la cima de la montaña de las agresiones de algunos visitantes", afirma Miquel Messegué, que vive en el Turó de l'Home casi desde que nació, hace 42 años. El traslado de la vivienda del meteorólogo manteniendo el observatorio donde está también le comportaría algunos problemas cotidianos:
"A pesar de vivir justo al lado del observatorio, en invierno hay días en que casi no puedo tomar las medidas por el viento y la nieve que me tapa la puerta. ¿Cómo podré llegar hasta aquí arriba si me trasladan a vivir más lejos?", se pregunta.
Un mito del excursionismo iniciado con una colecta popular
La primera referencia histórica del observatorio del Turó de l'Home lleva fecha de 1880, cuando la Asociación Catalanista de Excursiones Científicas, precursora del Centro Excursionista de Cataluña, nombra una comisión para instalar un observatorio refugio en la cima del Montseny similar a los que ya existían en la vertiente francesa de los Pirineos. Una colecta popular, con la que se recaudaron 2.885 pesetas el primer año, permitió el inicio de las obras, pero el proyecto acabó embarrancando por falta de dinero.No fue hasta la creación de la Mancomunidad y la fundación del Servicio Meteorológico de Cataluña, con Eduard Fontserè como responsable, cuando el proyecto tomó un nuevo impulso. En 1932 se instaló finalmente el observatorio en la cima de la montaña. Para economizar, se compró la caseta de madera que Noruega utilizó como pabellón en la Exposición Universal de Barcelona del año 1929. Desde entonces, el observatorio ha funcionado casi siempre y se ha convertido en un auténtico hito para excursionistas y naturalistas.
El responsable del observatorio, Miquel Messegué, asegura que el traslado a la base militar sería "un gran error", ya que se desvirtuarían las mediciones tomadas hasta la fecha. El motivo es que la nueva estación se encontraría en una cota inferior, donde varía el viento y la visibilidad es menor. Es precisamente la visibilidad lo que, según el meteorólogo, distingue el observatorio. "Los días claros, después de llover, hasta se divisa la isla de Mallorca", explica.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.