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MEDIO AMBIENTE - UN JUEZ PARALIZÓ LAS OBRAS EL VIERNES

Obras Públicas inicia otro tramo de la carretera Cabanes-Oropesa

María Fabra

Las máquinas de la empresa adjudicataria del proyecto de carretera Cabanes-Oropesa reiniciaron ayer las obras del vial, en un tramo distinto del que fue paralizado, el pasado viernes, por el titular del juzgado número 9 de Castellón. Pese a esta diligencia, las máquinas entraron por una zona cercana a uno de los extremos del trazado que no está incluido en los tres kilómetros sobre los que pesa la orden de paralización cautelar de obras. El tramo ahora acometido mide un kilómetro y estaba ocupado por naranjos.

Presunto delito ecológico

El Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales (GECEN), colectivo que ha presentado una querella que se sumará a la remitida por el fiscal por un presunto delito ecológico, consideran que Obras Públicas debería paralizar el proyecto en conjunto hasta que el juez resuelva ya que, de otra manera, podrían construirse los dos extremos de una carretera sin posibilidad de conectarlos.De hecho, el propio informe del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil apunta a que "otras soluciones dentro del mismo trazado pero evitando el lecho del cauce, pasan por un incremento considerable del desmonte de la ladera norte del barranco, lo que produce igualmente un elevado coste ambiental", con lo que la obra realizada resultaría inútil.

Tanto miembros de este colectivo como de Esquerra Unida y algunos afectados por la obra se acercaron en la tarde de ayer para impedir la tarea de las máquinas. Sin embargo, éstas ya no se encontraban en el lugar en el que habían estado trabajando el lunes.

La decisión, el pasado viernes, de paralizar las obras estuvo precedida de la presentación de una querella, por parte del fiscal, en la que acusa al director general de Obras Públicas, Pedro Marco, de un presunto delito ecológico. Se basó en el informe del Seprona, que señala, en sus conclusiones, que "las transformaciones propuestas son especialmente graves debido a su irreversibilidad y a los riesgos que conlleva sobre diversas especies y sistemas naturales protegidos". El estudio efectuado por los miembros de este servicio de la Guardia Civil asegura que "todo el barranco [de Les Santes y el Río Chinchilla] atravesado por la actual carretera y las estribaciones montañosas que la rodean presenta un elevado valor paisajístico debido a su orografía y a la diversidad de biotipos que alberga". En cuanto al impacto ambiental hace hincapié en las especies cavernícolas halladas en la Cova de Miravet "y cuya extrema rareza e importancia está documentada por extenso", en referencia a un valioso crustáceo cavernícola que ha suscitado el interés de la comunidad científica.

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