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La FIBA modifica sus criterios para frenar la Euroliga alternativa

Robert Álvarez

La Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) dejó de lado su autoritarismo y, corrigiendo algunos aspectos de la competición europea que desea imponer la próxima temporada, trató ayer de embelesar a los mejores clubes que el pasado 29 de mayo crearon una nueva Liga Europea independiente. Los clubes acogieron ayer con escepticismo la contrapropuesta de la FIBA, pero darán su respuesta el día 9 de junio en Barcelona.

El paquete de rectificaciones presentado ayer en Múnich por los máximos dirigentes de la FIBA, capitaneados por su secretario general, Borislav Stankovic, significan un acercamiento, aunque mínimo, a las pretensiones de las Ligas profesionales de baloncesto, representadas por la Unión de Ligas Europeas (ULEB), y que lideran la creación de la nueva Euroliga. En su afán por contentar a estas Ligas profesionales, la FIBA, de entrada, garantizaría durante las tres próximas temporadas que España, Grecia e Italia estuvieran representadas por tres clubes cada uno en la Suproliga, nombre con el que la FIBA ha rebautizado la Copa de Europa. Ello supondría que España ganaría un representante la próxima temporada en la que en principio únicamente iba a contar con dos clubes, el Real Madrid y el Barcelona.

Con la contrapropuesta efectuada ayer por la FIBA también podría tener plaza en la máxima competición europea Estudiantes, tercer clasificado en la Liga ACB. No obstante, la federación internacional ha dado libertad a la ULEB para garantizar la presencia de sus clubes en la competición durante una, dos o tres temporadas al margen de los resultados obtenidos en las Ligas nacionales e, incluso, ha rebajado la cuota que le correspondía a Lituania, cuyo cupo se reduce de tres a dos equipos, mientras que Francia y Turquía contarían con dos.

Sistema de competición

La FIBA también retocaría el sistema de competición inicialmente previsto y en lugar de una segunda fase por el sistema de liguilla aceptaría que se disputaran eliminatorias directas en octavos de final, al mejor de tres partidos, mientras que los cuartos de final se jugarían al mejor de cinco encuentros. La Suproliga continúa comtemplando la celebración de una final a cuatro que el año próximo se celebraría en Vitoria, aunque la nueva Liga Europea auspiciada por la ULEB se resolvería en una final al mejor de cinco partidos.

Las mayores dificultades se presentaron en lo referente al contrato para la cesión de los derechos de televisión a la empresa suiza ISL por veinte millones de dólares anuales (unos 3.800 millones de pesetas), ya que no se ha llegado a plantear una revisión total del mismo.

No obstante, la federación internacional y el director ejecutivo de la compañía helvética, Heinz Schurtenberger, han abierto la posibilidad de replantear la distribución de ingresos, devolver los derechos de Internet a los clubes y prestar ayudar en materia de mercadotecnia que ayuden a mejorar la captación de recursos.

En cuanto a la gestión, la FIBA también se ha mostrado dispuesta a admitir una mayor representación de los clubes en la dirección de la Suproliga que, como las demás medidas, tendrán que ser refrendadas por el Comité Central Europeo, que ya ha sido convocado a una reunión el próximo 16 de junio.

Los clubes, algunos de los cuales ya acogieron ayer con escepticismo las propuestas de la FIBA, consideran que la federación internacional actuó de una forma impropia al no haberles consultado previamente antes de firmar el contrato con ISL y que, además, se apropió de unos derechos que hasta ahora les pertenecían vendiéndolos por una cantidad muy inferior a la que estiman que se puede obtener. Cuanto menos exigen poder continuar como hasta ahora, gestionando cada uno por su cuenta sus propios derechos de televisión.

A la reunión de ayer y además de Stankovic asistieron los presidentes de las federaciones nacionales de Grecia, Italia y España, y el presidente de la ULEB y a su vez de la Asociación de Clubes (ACB), el español Eduardo Portela. Las propuestas de la FIBA serán debatidas el próximo viernes por los integrantes de la Unión de Ligas en Barcelona a la que también asistirán, a petición de la federación internacional, su vicesecretario general, el suizo Patrick Bauman, y el director de la oficina de control de la Suproliga, el belga Leon Wandell.

Los mejores clubes

Entre los clubes que han dado su apoyo a la nueva Liga Europea independiente de la que organizaría la FIBA están los mejores del continente: Panathinaikos, Olympiakos, Real Madrid, Barcelona, Estudiantes, Tau Vitoria, Caja San Fernando, Kinder Bolonia, Fortitudo Bolonia, Varese, Treviso, AEK, Paok, Peristeri, Zalguiris y Olimpia, entre otros. El Alba Berlín y los clubes franceses se mantienen a la expectativa mientras que el pasado lunes otros cinco clubes acudieron a una reunión informativa en Barcelona: Maccabi Raanana, Hapoel Jerusalén, Charleroi, Limoges y Lugano.

En la reunión prevista para el próximo viernes en Barcelona, la mayoría de los clubes que abogan por la nueva Liga Europea tienen previsto presentar un aval bancario por un millón de dólares, unos 185 millones de pesetas, que perderían si, finalmente, no cumplen el compromiso de participar en el torneo.

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Sobre la firma

Robert Álvarez
Licenciado en Periodismo por la Autónoma de Barcelona, se incorporó a EL PAÍS en 1988. Anteriormente trabajó en La Hoja del Lunes, El Noticiero Universal y el diari Avui.

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