El seleccionador exige más agresividad para meter goles

"La falta de acierto es lo único que se podría criticar del juego de la selección ante Suecia", apuntó el domingo pasado el segundo entrenador de la selección, José Carcelén. El primero, José Antonio Camacho, no pudo evitar ciertos signos de cólera, que expresó a sus jugadores sin reprimirse tras el partido contra los suecos. Durante la concentración de Valencia, el seleccionador reclamó a sus futbolistas que cuando pisaran las inmediaciones del área rival rematasen sin pensárselo, con un punto de impiedad. O, como repite constantemente en los entrenamientos: "Con mala leche". Eso es lo que, según Camacho, le faltó a los jugadores españoles que llegaron al área sueca el sábado pasado.Fallaron, quizá por intentar acomodarse, cargar la pierna, buscar al compañero mejor colocado... Camacho no lo pudo soportar. Cree que España debió ganar ese partido por goleada. En el vestuario recriminó a los jugadores. Les pidió sangre fría y la descarga de violencia necesaria para marcar un gol. Y en el entrenamiento del lunes, en Tegelen, ejercitó la definición en jugadas en el área. Primero con los delanteros: Urzaiz, Raúl, Alfonso y Munitis, acompañados por dos defensas llegadores, Hierro y Salgado. Luego con los centrocampistas: Gerard, Valerón, Mendieta, Guardiola, Engonga, Etxeberria, Helguera y Fran.

La agresividad en la zona de peligro es algo que a Raúl le sobra, pero que no pudo exhibir ante Suecia debido a una lesión. Una inflamación en el muslo derecho de la que ya se ha recuperado, aunque no jugará contra Luxemburgo.

El goleador más contundente de España (16 goles en 31 partidos) manifestó el lunes que se encontraba en forma, y que estaba ansioso por comenzar la Eurocopa. Raúl dijo que podría jugar el amistoso de hoy, pero que en todo caso, lo suyo eran las grandes ocasiones. Como el debú de España el próximo martes, ante Noruega. O como un presunto choque contra uno de las selecciones favoritas, como el que se podría producir en el cruce de cuartos: "A mí me gusta jugar estos partidos porque son los que hacen grande a un futbolista. Los que se juegan bajo presión y exigen responsabilidad...Yo quiero jugar contra Holanda y Francia. Quiero que en cuartos nos crucemos con una de esas selecciones porque contra esos rivales se prueba el verdadero valor de un equipo".