La lluvia obliga a suspender todos los partidos de París

No es extraño que la lluvia visite alguna vez el torneo de Roland Garros durante los 15 días de su celebración. Sin embargo, es mucho menos habitual que en París deba suspenderse una jornada completa de partidos. Ayer, el día amaneció lluvioso y así permaneció hasta mediada la tarde, cuando los dirigentes del torneo publicaron un comunicado anunciando primero la suspensión de los encuentros individuales masculinos, y luego también de los femeninos. Era una situación que no se producía desde 1973, cuando la final entre Ilie Nastase y Niki Pilic se jugó el martes.En total, 64 partidos fueron aplazados. Lo que obligará a la organización a programar para hoy un total de 80 partidos, en los que participarán 20 españoles de los 21 que siguen en el torneo. "No es la mejor situación", confesó ayer Javier Duarte, entrenador de Àlex Corretja, "pero hay que saber pasarla sin agobios. Eso es lo más importante". Corretja estuvo en Roland Garros ayer a pesar de no tener partido, y dedicó su tiempo a una sesión programada de firma de autógrafos. Otros jugadores mataron su tiempo jugando a las cartas, o haciendo cola para poder acceder a uno de los juegos virtuales instalados en las dos grandes salas de jugadores que tiene el estadio. Algunos buscaron un rincón tranquilo para poder leer, ver la televisión o, simplemente, para hacer sus cosas. Fue el caso del ex jugador madridista Davor Suker, que ayer acudió al estadio para reunirse con la croata Iva Majoli, campeona en París en 1997, con la que se especula que está saliendo. La mayoría de jugadores no pudo largarse al hotel hasta que los partidos se suspendieron de forma oficial, alrededor de las 17.30.

El aplazamiento total de una jornada, por otra parte, obligará a la organización a devolver el dinero de las 30.000 entradas, aproximadamente, que estaban vendidas. Para evitarlo debían haberse jugado al menos dos horas. El precio medio para la pista central es de 6.250 pesetas. O sea que el reembolso ascenderá a unos 175 millones de pesetas, que pagará el seguro del torneo. La última vez que la organización devolvió el dinero fue el sábado de la final femenina de 1994, cuando Arantxa y Mary Pierce sólo pudieron jugar algunos juegos y el partido debió concluir en domingo.