La prueba del ADN del 'caso Eva Blanco' sólo se hará a sospechosos que hayan dado consentimiento
La juez instructora busca a "usuarios u ocupantes" de coches pequeños de "color claro"
La prueba del ADN por el asesinato de Eva Blanco, de 16 años, sólo se efectuará a los investigados por la Guardia Civil que sean o hayan sido "usuarios u ocupantes de vehículos utilitarios de color claro" y que figuren entre los 2.013 vecinos que se han prestado a que se les practique el análisis genético, según fuentes de la investigación. La juez instructora descarta así el análisis masivo del ADN (ácido desoxirribonucleico) de los vecinos de Algete y se suma a la postura del fiscal, que ha expresado su opinión de que la prueba fuese lo más restringida posible.
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Torrejón de Ardoz ha pedido a la Guardia Civil la lista de las personas que han sido investigadas en relación con la violación y asesinato de Eva Blanco en 1997. El objetivo es cruzar datos y comprobar si todas o algunas de las "30 o 40 personas" que han sido investigadas figuran en la lista de 2.013 vecinos que el pasado noviembre se mostraron dispuestos -por escrito- a que se les practique la prueba genética. "Se les hará solamente a aquellos cuyo nombre figure en ambas listas", afirman las fuentes informantes. ¿Y qué ocurrirá si no hay ningún sospechoso que esté entre los que han expresado voluntariamente su consentimiento para que se les tome una muestra de material genético? "Pues, simplemente, que no habrá prueba del ADN", opinan medios de la investigación.Tras el hallazgo del cadáver de Eva Blanco, en abril de 1997, las pesquisas se han centrado en personas que utilizasen o fueran propietarias de un coche de color blanco, de pequeña cilindrada, vecinas de Algete y su entorno. La pista se basa en algunas declaraciones de personas que sostienen que vieron un coche de esas características cerca del lugar del crimen. Los dueños y usuarios de coches semejantes localizados en la zona serían unos 30, según la Guardia Civil.
Sin embargo, la juez encargada del caso abre un poco más el abanico de posibilidades al establecer que se compruebe cuántos de los sospechosos son "usuarios u ocupantes" habituales de "utilitarios de color claro", y no solamente blancos.
La relación de las 30 o 40 personas que han sido investigadas por la Guardia Civil ha sido enviada al juzgado, que se encargará de comprobar cuántas de ellas figuran en la lista de 2.013 varones que han dado su consentimiento para que se les extraiga una muestra de saliva para el análisis del ADN.
Coste elevado
Según fuentes de la investigación, el juzgado solamente se muestra partidario de la prueba a los sospechosos que también se presentaron voluntarios al test del ADN, teniendo en cuenta el elevado coste de los análisis y la injustificada necesidad de practicar una prueba genética masiva.
La decisión de la juez contradice los deseos de la familia y los padres de Eva Blanco, que quieren cotejar los datos genéticos de los 2.013 voluntarios que han dado su autorización con los restos de semen que fueron hallados en el cadáver de la joven. Su intención es llegar al asesino mediante un pariente, aprovechando los avances científicos. "La decisión de la juez, si es así, echa por tierra nuestros deseos, pero esperemos que se sigan abriendo nuevas líneas de investigación", explicaron fuentes próximas a la familia.
La fiscalía ya había remitido un informe a la juez que investiga el caso en el que se apoya que se practique, aunque con restricciones, la prueba del ADN a los vecinos de Algete que se han prestado a someterse a ella. La fiscalía quería que, entre los 2.013 voluntarios, se seleccionara a aquellos cuyas características se ajusten al teórico perfil del homicida. El ministerio público había tomado esta decisión tras estudiar un informe del Instituto Nacional de Toxicología que juzga útil la ejecución de esta prueba como medio para tratar de identificar al autor de la violación y asesinato de Eva Blanco, ocurrido en 1997.
Sin embargo, los vecinos y la familia se mantienen a favor de la tesis de la prueba masiva, misión que la Guardia Civil calcula que costaría unos 100 millones, que sufragaría el Ministerio del Interior.
Para intentar acabar con la incertidumbre que gravita sobre el autor del crimen, la llamada comisión Eva Blanco pidió en noviembre pasado a los algeteños que se sometieran voluntariamente a la prueba del ADN para cotejar si su código genético correspondía con el del homicida. Los investigadores disponen del perfil genético del asesino, ya que hallaron restos de semen en la vagina del cadáver de la chica, encontrada cerca de la carretera de Algete a Cobeña.
El pasado noviembre, el padre de Eva depositaba en el juzgado 2.013 papeletas selladas en las que otros tantos hombres se muestran dispuestos a que se les practique la prueba del ADN. Esta iniciativa desató una viva polémica sobre si es jurídicamente intachable o no. Diversos magistrados consideran que la prueba masiva, además de inútil, supone extender una sospecha generalizada sobre quienes, en el uso de su legítimo derecho, se nieguen a someterse voluntariamente a ella.
Los investigadores, en cambio, creen que puede ser útil para descartar a sospechosos, ya que tienen la creencia de que quien violó y mató a la joven es vecino de Algete o alrededores.
El análisis del ADN tiene una fiabilidad del 99,9% y permite obtener, a través de una muestra de sangre, semen, saliva o cabello, un perfil genético que distingue a su dueño y lo hace diferente del resto de la humanidad.
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