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Jamaica comienza a sentir la inminente llegada del “catastrófico” huracán ‘Melissa’, que deja ya tres muertos

La isla caribeña reporta sus primeros daños de infraestructura a solo horas de que toque tierra el ojo de la que se perfila a ser la mayor tormenta en la historia del país

Un hombre coloca bloques de hormigón en un tejado, en preparación para la llegada del huracán 'Melissa', en Port Royal, Jamaica, el 26 de octubre de 2025. Foto: Reuters | Vídeo: EPV
Nicholas Dale Leal

Las nubes ya cubren la isla de Jamaica entera y los vientos arrecian, pero la tormenta, oficialmente, no ha llegado. El huracán Melissa, de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, la máxima posible, se ha ido fortaleciendo a lo largo del fin de semana mientras se mueve lentamente hacia el noreste por encima de las aguas cálidas del Mar Caribe, y se espera que gracias a esas mismas aguas todavía gane más fuerza en las próximas 24 horas. Con vientos sostenidos de 280 kilómetros por hora, el ciclón es ya el más potente del mundo este año, está entre los 10 más fuertes de los que se tienen registro históricamente y está previsto que sea el mayor en la historia de Jamaica. Se espera que toque tierra en la madrugada o al amanecer de este martes, con el ojo proyectado a pasar a unos 100 kilómetros al oeste de la capital Kingston. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés) ha advertido de que “el potencial de lluvia es extremo” y que “dada la lentitud de la tormenta, va a crear un evento catastrófico en Jamaica”.

El Gobierno jamaicano ha ordenado la evacuación de poblaciones vulnerables en Kingston, así como en varias otras partes del territorio, que ha sido declarado en “amenaza” por completo. “Insto a todos los jamaicanos a que se preparen, permanezcan en sus casas durante la tormenta y cumplan con las órdenes de evacuación. Cuiden de sus vecinos, especialmente de los ancianos y las personas vulnerables, y sigan rezando por la seguridad de nuestra nación. Superaremos esta tormenta y nos reconstruiremos con más fuerza”, ha dicho el primer ministro, Andrew Holness, en una publicación en X este lunes.

En declaraciones a CNN, Holness ha apuntalado su preocupación, al decir que no cree que “haya infraestructura en la región que pueda aguantar una tormenta de categoría 5, así que podría haber un desplazamiento significativo”. El primer ministro prevé “daños importantes en nuestra infraestructura vial, puentes, alcantarillado y, posiblemente, algunos daños en puertos y aeropuertos”. Cuando el exterior de la masiva tormenta de más de 600 kilómetros de ancho ya está encima de la isla, los primeros daños se han comenzado a reportar: de acuerdo al ministro de Economía, Robert Morgan, ha habido ya árboles caídos, deslizamientos de tierra y desprendimientos de rocas, que son particularmente peligrosos.

Incluso antes de tocar tierra, el huracán ya ha comenzado a sumar víctimas. El ministro de Sanidad, Christopher Tufton, ha asegurado que la cifra de muertos ya es de tres. Por lo menos un trabajador de salud fue aplastado por un árbol caído, mientras que otras 13 personas han resultado heridas.

Asimismo, el huracán había dejado su rastro en Haití, con un balance provisional de cuatro muertos y 15 heridos, y también en República Dominicana, donde se ha registrado un muerto.

A medida que se acerca a tierra, Melissa azota la isla de Jamaica, que tiene una población de 2,8 millones de personas, desde varios frentes. Además de los vientos que pueden cortar las comunicaciones al tumbar postes y árboles —ya lo han hecho y por lo menos 50.000 personas están sin electricidad desde mediados del lunes—, se esperan hasta 1.000 mm de lluvia —alrededor de la mitad de la precipitación anual promedio de Jamaica— que podrían causar inundaciones repentinas y crecidas de ríos. Como si fuera poco, se proyecta una marejada de casi cuatro metros para gran parte de la zona sur del país, incluyendo Kingston. Ante esta amenaza doble de viento y agua, la orden es que del primero se pueden esconder, de lo segundo hay que correr a zonas altas.

Las áreas más vulnerables, dado la rotación de los vientos del huracán, son aquellas al este del ojo de la tormenta, lo cual incluye la mayor parte de la isla. Prácticamente toda la costa sur del país espera altas marejadas que, junto a los vientos, pueden ser extremadamente destructivos.

Tras su paso por Jamaica, la previsión es que Melissa siga su camino hacia Cuba entre la noche del martes y la mañana del miércoles. El NHC emitió el lunes una alerta de huracán para la mayor parte del este de Cuba, incluidas las provincias de Granma, Santiago de Cuba, Guantánamo y Holguín; y también se ha activado una alerta de huracán para las islas Turcas y Caicos y el sureste de las Bahamas.

El último gran huracán en golpear a Jamaica fue Gilbert en 1988, aunque ese apenas fue de categoría 3 cuando pasó por encima de la isla antes de fortalecerse y dirigirse a la península de Yucatán, en México. En ese entonces, la tormenta arrasó con la pista del aeropuerto internacional de Kingston, ubicado en una zona particularmente vulnerable. Se encuentra en una estrecha franja de arena apenas por encima del nivel del mar, entre el puerto de Kingston y el Mar Caribe. Expuesto por ambos lados, cuando un huracán avanza desde el sur, los vientos empujan el agua directamente hacia el puerto y la marejada se acumula sin poder drenarse, inundando la pista de aterrizaje y las carreteras cercanas. Este lunes, tanto el aeropuerto de la capital como el del popular destino vacacional Montego Bay, la otra terminal internacional de la isla, en el noroeste, se han cerrado hasta nuevo aviso. Se teme que si sufren graves daños, la llegada de ayuda internacional se podría complicar.

La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) dijo el lunes que tiene previsto enviar personal, “si las condiciones lo permiten, para reforzar los esfuerzos de coordinación y preparación en toda la región” “La OCHA y sus socios están prestando apoyo a las autoridades ante la posibilidad de nuevos impactos”, afirmó la oficina en un comunicado. “El Programa Mundial de Alimentos está proporcionando apoyo logístico, incluidos generadores, mientras que UNICEF ha proporcionado suministros de agua y saneamiento, así como materiales para la protección de la infancia”, añadió la OCHA.

En algunas zonas rurales, autobuses escolares se han usado para movilizar a poblaciones en áreas especialmente vulnerables a inundaciones y los peajes se han suspendido en todo el país, para evitar embotellamientos. Sin embargo, el fortalecimiento de Melissa ha tomado al Gobierno un poco por sorpresa, pues su rumbo proyectado, más al oeste de la isla, cambió también en los últimos días. El primer ministro Holness, en una comparecencia, lamentó que residentes estaban llegando a algunos de los 881 refugios del país solo para encontrarlos cerrados. “Tenemos que reforzar esta parte de nuestra preparación, conseguir que los responsables de los refugios no esperen a que llegue alguien. Una vez que activamos el refugio, debe estar abierto y listo para que entren personas, aunque no venga nadie”, afirmó.

En la zona costera de Harbour View, cerca de Kingston, Susan Brown ha hablado con CNN mientras observa las olas del océano antes de que el huracán toque tierra. “La gente que vive aquí abajo, cuando miras las olas, puedes ver cómo suben. No van a dar media vuelta. Vienen directamente hacia aquí”. La orden es evacuar y moverse a tierras más altas, pero los reportes de vecinos de la costa que se están quedando en sus casas para esperar que pase la tormenta son numerosos y preocupantes.

Esta tarde, retroexcavadoras estaban limpiando canales y vías de drenaje para evitar peores inundaciones en Kingston, pero la tormenta está demasiado cerca. “No es algo con lo que se pueda jugar”, afirmó Matthew Samuda, ministro de Agua y Medio Ambiente. “El tiempo de preparación casi ha terminado”.

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Sobre la firma

Nicholas Dale Leal
Periodista colombo-británico en EL PAÍS América desde 2022. Máster de periodismo por la Escuela UAM-EL PAÍS, donde cubrió la información de Madrid y Deportes. Tras pasar por la Redacción de Colombia y formar parte del equipo que produce la versión en inglés, es editor y redactor fundador de EL PAÍS US, la edición del diario para Estados Unidos.
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