_
_
_
_
_

El fiscal apela al indulto parcial de los acusados por el accidente de Uharte Arakil

La fiscalía y las acusaciones particulares en el juicio por el accidente ferroviario de Uharte Arakil (Navarra), en marzo de 1997 y en el que murieron 18 personas, anunciaron ayer, en la última sesión de la vista, que no se opondrán a que, si son condenados, la sentencia lleve emparejada una petición de indulto parcial que evite que el maquinista, Juan José García, y su ayudante, Miguel Ángel Marinetto, ingresen en prisión. A pesar de haber achacado el siniestro a un error de esos dos empleados, Renfe se sumó a la petición de absolución realizada por la defensa.El fiscal de la Audiencia de Pamplona reiteró en sus conclusiones definitivas su petición de cuatro años de cárcel para los procesados. Así, insistió en que fueron responsables de tres conductas de imprudencia grave: no ver la señal de avanzada que anunciaba precaución en la estación de Uharte; tampoco, la de entrada, que les ordenaba parar, y, finalmente, accionar de forma negligente el freno directo cuando la catástrofe era inminente y provocar el descarrilamiento del convoy. Según su exposición, los acusados han mentido.

Algunas acusaciones particulares fueron más allá. Si el fiscal acusó al sindicato de maquinistas, Semaf, de haber practicado el "obstruccionismo" en algunas fases de la investigación, aquéllas afirmaron que su retirada como acusación particular vino a reconocer implícitamente que la culpabilidad se circunscribió a sus dos afiliados.

Los letrados de varias de las víctimas estimaron "la posibilidad más que probable" de que quien realmente conducía el tren era el ayudante. Para ello se basaron, entre otros indicios, en el hecho de que éste descendió al andén por el lado derecho de la locomotora, el reservado al maquinista, mientras que éste lo hizo por la izquierda.

Cuando uno de ellos atribuyó el posible motivo de la sustitución a los efectos de "una comida previa regada con algo de vino", extremo reconocido por García, los compañeros del maquinista en el Semaf presentes en la sala manifestaron airadamente su indignación.

La defensa mantuvo una tesis diametralmente opuesta y pidió la absolución al considerar que no se ha acreditado que aquella tarde la señalización de entrada a Uharte fuera la correcta. En ese sentido, insistió en que quien ha mentido ha sido el jefe de estación, que habría ocultado así que no hubiera tenido tiempo para accionar correctamente las señales porque su homólogo de Irurtzun le avisó del paso del tren con poco margen.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_