"En Madrid hay ahora mucha más gente que compra arte"
El artista conquense Francisco Valladolid Carretero se ha convertido en uno de los principales protagonistas culturales de Getafe durante el mes pasado. Dos recientes exposiciones suyas han recogido la trayectoria de este artista. La primera mostraba los últimos cuadros tomados de paisajes y elementos totalmente naturales, mientras que la segunda recogía los cuadros de mayor tamaño, que en algunos casos alcanzan casi los dos metros de largo. Según lo define el propio autor, se ha tratado de dos presentaciones de una misma manera de hacer, pero con un cambio de tema. Francisco Valladolid Carretero es licenciado en bellas artes. Ha expuesto en los principales museos de España y ha ganado más de una treintena de premios de pintura. Llegó a la capital cuando tenía 15 años y, desde entonces, no la ha abandonado nunca.Pregunta.¿Cómo empezó en la pintura?
Respuesta.De una manera natural. Desde los 15 años estoy pintando, en la brecha e intentando exponer. Soy un autodidacto. Empecé a trabajar de una manera espontánea y luego vine a Madrid y comencé a trabajar de una manera más seria.
P.¿Cómo ha evolucionado su estilo?
R.Al principio era más figurativo, más impresionista también. Cuando terminé los estudios en la Facultad de Bellas Artes, llegué a la abstracción, y ahora estoy a medio camino entre la abstracción dentro de un cierto expresionismo.
P.¿En qué suele inspirarse cuando inicia un cuadro?
R.La mayor parte surge de la naturaleza. Aunque siempre haya cosas abstractas y de estudio, siempre hay alusiones a cosas ya vividas.
P.¿Fue difícil iniciarse en el arte en Madrid?
R.Qué duda cabe que cuando eres un niño, es muy complicado, y más cuando vienes de un pueblo y sin ayuda de nadie. Yo de adolescente llevaba pequeñas cositas a las galerías y vendía los cuadros donde podía.
P.¿Qué papel jugó el Rastro en su carrera?
R.Fue muy importante durante los tres o cuatro primeros años. No era como ahora. Entonces había ocho o diez pintores que no éramos en absoluto comerciales. La gente te compraba los cuadros y te fichaban las galerías. No era el típico cuadro de ciervos, aunque también los había.
P.¿Cómo ve ahora el panorama pictórico de la capital?
R.Desde luego, es más fácil que cuando nosotros empezábamos. El Madrid de los años 68 y 70 era un desierto cultural.
P.¿Por qué razón era un desierto?
R.No había más de cuatro o cinco galerías que funcionaran y, por supuesto, no se compraba el arte. Además, el arte moderno estaba casi proscrito. Y eso que llevábamos más de 70 años de este estilo. Ahora hay mucha más gente que compra arte y, como mínimo, hay más de tres centenares de galerías.
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