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Un afluente del Danubio sufre su tercer vertido en dos meses

Por tercera vez en lo que va desde febrero y segunda vez en este mes, un vertido tóxico de una mina rumana ha contaminado el río Tisza, importante afluente del Danubio. El vertido, de unos 150 metros cúbicos de agua mezclada con metales pesados, se escapó ayer de una balsa de residuos en Baia Morsa, según reconoció el director comercial de la mina, Augustin Spataru. El accidente sucedió cuando visitaban la zona el ministro rumano de Medio Ambiente y una adjunta de su homónimo alemán.Las autoridades húngaras dieron ayer la alarma al observar una película contaminante en el río, formada por compuestos de cinc, plomo y cianuro. El vertido ha sido calificado de "menor", comparado con las 20.000 toneladas del escape registrado este mes en la misma mina.

Otro vertido, causado por la rotura de una balsa de la mina Aurul, propiedad de una empresa australiana en Baia-Mare, arrojó en enero a un afluente del Tisza 100.000 toneladas de agua, lodo y cianuro, que llegaron 13 días después al Danubio a la altura de la ciudad yugoslava de Stari Slankamen, a unos 50 kilómetros al norte de Belgrado. La contaminación devastó el curso fluvial, y dejó sin agua potable a 2,5 millones de personas.

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