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PINOCHET VUELVE A CHILE

Matutes considera que la resolución del caso es un éxito del Gobierno y de la justicia española

Con el general Augusto Pinochet a bordo del avión que le devolvía a Chile, el Gobierno español se felicitó ayer por el desenlace del caso por un doble motivo. En su opinión, el resto de los países se han alineado con la posición española al no recurrir la decisión del ministro británico Jack Straw de liberar al general golpista por motivos de salud, y la justicia española ha obtenido una victoria al hacer avanzar la causa de la justicia internacional. La oposición y las organizaciones de defensa de los derechos humanos denunciaron que el Ejecutivo español ha contribuido a la impunidad.

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El ministro español de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, señaló poco después de conocerse la decisión británica que la noticia le producía un "cierto sabor amargo al sentir que la justicia no haya podido llegar a los últimos extremos", aunque el Gobierno español en ningún caso va a tramitar recurso alguno contra la puesta en libertad de Pinochet.Matutes, en conferencia de prensa, desgranó la conocida posición oficial del Gobierno -respeto a las decisiones judiciales y al ámbito de decisión política del ministro británico- y confesó la razón política nunca oficializada por el Ejecutivo. "Un eventual recurso hubiera tenido unas repercusiones muy negativas en nuestras relaciones con Chile y con toda Iberoámerica." Por otra parte, añadió, el recurso "hubiera puesto en cuestión, de manera innecesaria, el proceso de transición chileno, que el Gobierno valora y respeta profundamente".

Matutes reveló que en la reunión del grupo de Río y la Unión Europea, celebrada la pasada semana en Portugal, una delegación de ministros suramericanos pidió al ministro de Asuntos Exteriores de Bélgica, Louis Michel, que no recurriera la anunciada decisión del ministro británico de liberar a Pinochet. Fuentes diplomáticas indicaron que en esa reunión se produjo una violenta escena entre el ministro chileno de Exteriores, Juan Gabriel Valdés, y el ministro belga. El ministro español, que se retira de la vida política, confesó su alivio como ministro de Asuntos Exteriores de no dejar a su sucesor "esa hipoteca pendiente".

El ministro señaló que el Gobierno español ha pedido al Ejecutivo chileno que concrete su invitación para que los tribunales españoles se personen en las causas judiciales abiertas en Chile contra Pinochet. Matutes añadió que no tiene por qué dudar de la declaración del Gobierno chileno de que Pinochet será puesto en manos de la justicia de su país. "Yo confío en la palabras claras, inequívocas, del presidente electo de Chile, Ricardo Lagos, de que dejará que la justicia chilena proceda como tenga que hacerlo en el tema del general Pinochet", añadió.

La oposición y las organizaciones de defensa de los derechos humanos no aceptaron las explicaciones del Gobierno, al que acusaron de contribuir a la impunidad de Pinochet. El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, afirmó ayer que "el Gobierno español siempre ha deseado que se produjera la impunidad de Pinochet". En un mitin electoral anoche en Almería, el candidato socialista a la presidencia del Gobierno denunció a Aznar y a Matutes por haber actuado "vergonzosamente" en todo el proceso "con mentiras e hipocresía", informa Anabel Díez. Almunia sacó del bolsillo una carta que ayer le dirigió Isabel Allende, hija del presidente derrocado por Pinochet, para agradecerle el compromiso del PSOE "con la causa de los derechos humanos y la justicia".

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El director de Amnistía Internacional (AI) de España, Esteban Beltrán, declaró que la decisión del Gobierno español de no recurrir es "éticamente injustificable". AI exige que la "decisión final de no extraditar a un presunto responsable de crímenes contra la humanidad sea tomada por un tribunal de justicia y no sea un acto político".

El candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno, Francisco Frutos, afirmó en Cartagena que el Gobierno, y su presidente se han querido "lavar la manos, pero se las han manchado" en el caso Pinochet. Por su parte, el grupo de apoyo a la Madres de la Plaza de Mayo -pioneras en la lucha contra la impunidad de los crímenes de la dictadura argentina- señaló ayer que la decisión del ministro británico de "amparar la huida del genocida Pinochet" le convierte, "junto al Gobierno español y el chileno, en cómplices de la impunidad".

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