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MIS LABORES El clip y el infinito MARUJA TORRES

Ayer no tuve el Cuevas para ruidos (obsérvese la exquisita paráfrasis de mi, en principio, grosera milonga) y desde la mañana me puse negadora, que no negativa: a tomar por el callejón sin salida (o cul-de-sac, prosigo, en mi afán de refinamiento) todos los políticos del mundo. Desde que, a primera hora, supe de la decisión de Mr. Straw (se merece el apellido: es el hombre de paja), decidí ponerme la nómina por montera y faltar a esta mi cita diaria de campaña con ustedes. Así que me fui a por sopa de pollo para el alma, a la rueda de prensa con motivo de la inauguración de La Casa del Libro de Barcelona, en el local do estuvo la galería comercial Halley, cuya relaciones públicas fue Roci-Hito (la mujer que pasó de un guardia civil expoliador de multas a un conductor que se salta las normas de tráfico: ¡what a fate!). Allí me reconforté, porque alguien dijo que escribir lo cambia todo, y yo les aseguro que leer, también: un fondo de más de 300.000 volúmenes ha eliminado el mal fario que pudo dejar la hoy accidentada jovencita, y desde hoy mi ciudad disfruta de otra ciudad dentro, llena de calles con libros.Pero al salir (para sino fatal, el mío) me volvieron los fantasmas de estos días. Con ellos, los políticos en campaña, zascandileando a mi alrededor cual Casper pero en casposo. Y al pasar por la tienda de Loewe, ¿quieren creer que me pareció ver dentro a Josep Piqué probándose un pijómetro? Fue una alucinación, lo sé, porque el cóctel servido por Javier de las Muelas había sido de muerte, pero las visiones se presentan porque sí. Estoy poseída.

De tal modo que, un poco más tarde, recordé que había visto hacía poco el vídeo de CiU, competencia directa de Piqué, alias la novia de Chucky (creo que este apelativo le gustará más al gran amigo de gay y lesbianas en que se ha convertido), y que era tal experiencia lo que añadía desasosiego a mi demoniaca jornada. Pues el mencionado anuncio televisivo parece rodado por un híbrido del Antonioni del Deserto rosso (sólo que en azul: cómo les gusta el dichoso color a todos) el J.A. Bardem que copiaba a Antonioni en Muerte de un ciclista, con los pesos pesados de CiU que lanzan aforismos (de ahí que últimamente se les vea tan afóricos) sin mirarse. Es más, miran al infinito. Pero cada cual a un infinito diferente, y siempre desde una esquinita o cualquier otro lugar improbable de la gran sábana azul que es la pantalla.

Mucho más fácil y económico les habría resultado usar como vídeo la escena final de un mitin de Jordi Pujol que vi hace unos días y que aún me estremece por su capacidad para resumir el espíritu de CiU. Hete aquí que Pujol, cuando acabó de hablar y mientras pronunciaba unas cuantas frases de despedida, reunió los cuatro papeles con notas de que se había servido, los cuadró y (ojo al dato), metiéndose la mano en el bolsillo derecho de la americana, extrajo un clip de papelería con el que sujetó los documentos. Luego los dobló, los guardó en el bolsillo derecho; se quitó las gafas, las introdujo en el estuche, metió éste en el bolsillo pectoral, y bona nit. Morid, publicistas.

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