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El alcalde de Jaén y el portavoz socialista piden dimisiones por las alegaciones falsas

Ginés Donaire

El alcalde de Jaén, Miguel Sánchez de Alcázar (PP), y el portavoz del grupo socialista, Juan Carlos Higueras, cruzaron ayer solicitudes de dimisión al responsabilizar cada uno de ellos a su adversario político de la polémica suscitada con las alegaciones falsas presentadas al presupuesto de 2000. Un día después del pleno en el que los populares destaparon el escándalo, tanto el alcalde como el portavoz socialista eludieron cualquier responsabilidad en este asunto y descartaron, por ahora, acudir a la vía judicial."La bomba le ha explotado en las manos", dijo el alcalde jiennense en referencia al portavoz socialista, a quien censuró su "huida hacia delante" con "explicaciones que no sirven" para eludir cualquier implicación de su grupo en este asunto.

El PP denunció en el pleno del lunes la existencia de una firma de una persona fallecida en 1998, cuatro carnés con números falsos y 20 personas no empadronadas en Jaén entre las alegaciones al presupuesto local. "Cuando surgió el tema del jabalí y el del pucherazo de las primarias nos echaron la culpa al PP, y ahora ¿quién tiene la culpa? ¿el muerto?", se preguntó el alcalde ayer. Sánchez de Alcázar exigió una rápida rectificación pública del PSOE en este asunto y responsabilidades políticas que pasan, según precisó, por la dimisión del portavoz Juan Carlos Higueras. De no ser así, el alcalde no cerró la puerta a la vía judicial, aunque admitió ser contrario a judicializar la vida política.

"Montaje"

Por su parte, el portavoz socialista, Juan Carlos Higueras, desvinculó a su grupo de lo que calificó como un "montaje" del PP. Además, censuró que los populares pongan en el punto de mira de esta denuncia al PSOE antes de haber investigado "hasta el fondo" el asunto.

Higueras reiteró que su grupo no presentó ninguna alegación al presupuesto por haberle sido rechazadas las 51 enmiendas anteriores. A partir de ahí, precisó el portavoz socialista, su grupo se limitó a aportar asesoramiento técnico a los colectivos que habían expresado su rechazo al presupuesto.

Higueras solicitó la dimisión del alcalde por "espionaje político y caza de brujas", en alusión a la revelación de los nombres de los 22 trabajadores del Instituto de Asuntos Sociales de la Diputación -órgano del que fue gerente el propio Higueras hasta abril de 1999- que presentaron alegaciones al presupuesto. "Han puesto bajo sospecha a todos los ciudadanos y han revelado datos íntimos de las personas", aseveró el portavoz socialista arropado por la mayor parte de concejales de su grupo.

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Además, Higueras acusó al alcalde de "dejación de funciones" por no exigir en el registro del Ayuntamiento ningún documento acreditativo de la persona que presentaba las alegaciones.

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