_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La jovencita

El fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Sevilla, Alfredo Flores, ha recurrido ante el Tribunal Constitucional la resolución judicial de la sección sexta de la misma Audiencia por la que se decide que María Ángeles, la menor de Benamaurel, sea separada de su familia de acogida y retorne a la familia adoptiva de origen. Es una decisión que pretende agotar el camino judicial y evitar que la menor vuelva a la situación familiar en la que se encontraba cuando contaba seis años de edad. Juez de familia, Ministerio Fiscal, Junta de Andalucía, pueblo de Benamaurel y familia de acogida quieren impedir su vuelta.Existen decisiones opuestas. Si la decisión judicial se cumple de inmediato y es cierto, como sostienen fiscal y juez de familia, que el regreso de la menor le ocasionaría un grave riesgo en su salud, se podría ocasionar un daño irreparable y, si no se cumple, se está desobedeciendo una decisión judicial. Son posicionamientos que, aun reñidos, no impiden que se concilien ambos, ya que lo más importante es la protección de la menor en su salud y en sus intereses. Una conciliación que puede pasar por que el Tribunal Constitucional acuerde la suspensión de la ejecución de la resolución de la sala y, sobre todo, por escuchar a la jovencita.

Una jovencita que algo tiene que decir. Es una niña que tiene derecho a ser escuchada. No tienen que dar miedo sus preguntas, aunque pregunte que cómo es posible que entrara en el juzgado con seis años y cuando va a cumplir 14 años sigan discutiendo dónde debe ser educada, o cómo es posible que no la dejen hablar cuando en algunos estados americanos las de su edad pueden ser condenadas a algo tan serio como perder la vida, o cómo es posible que la sala no se dé cuenta de que sabe vestirse sola, tener amigos y hasta uno que le guste un poco más, y le digan que no sabe distinguir entre lo que es su interés y sus deseos.

Hace poco se publicaban los datos de una encuesta y uno de cada tres jueces afirmaba que la Justicia funciona bien. El día que las menores no salgan de los juzgados para casarse y se les realice otra encuesta, no sé lo que opinarán uno de cada tres, lo que sí me imagino es lo que opinará esta jovencita; puede que termine siendo fiscal.

EUGENIO SUÁREZ PALOMARES

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_