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22ª Jornada de Liga

El Madrid presenta su candidatura

Santiago Segurola

Un brioso Real Madrid continúa su escalada en la Liga ante el súbito entusiasmo de su hinchada, que se entregó a su equipo sin reservas después de varios meses de desdén. Tal y como se han puesto las cosas, el Madrid tiene todo el derecho a reclamar su candidatura al título. Todos los aspirantes están a tiro de un equipo que parecía fundido no hace mucho. Frente al Athletic mejoró en todos los aspectos. Jugó con firmeza, solidaridad y pujanza. Y como el fútbol está muy relacionado con el estado de ánimo, la inyección de optimismo le llega en el mejor momento del campeonato, cuando la mayoría de sus rivales andan despistados o con miedo de conquistar la Liga.El mérito del Madrid radicó en su voluntad de ganar el partido de principio a fin. Durante el primer tiempo se encontró con la honorable oposición del Athletic, que dimitió en la segunda parte, probablemente porque se trata de un equipo sin objetivos claros. Se ha acomodado en una posición que le permite sobrevivir en la Liga sin demasiados problemas y no se le ocurre pensar en algo grande. En ese sentido, el Athletic no está a la altura de su historia. Más aún cuando esta temporada ofrece oportunidades a cualquiera. Por ahí surgió la diferencia, el Madrid comprendió que tenía una rendija para sumarse al vagón de los aspirantes. El Athletic, que tenía todo el derecho a pensar lo mismo, dejó pasar la oportunidad en el segundo tiempo. Fue barrido sin remisión.

REAL MADRID 3 ATHLETIC 1

Real Madrid: Casillas; Míchel Salgado, Hierro, Karanka, Roberto Carlos; McManaman (Ognjenovic, m.60), Sanchis (Helguera, m.85), Redondo, Guti (Meca, m.60); Raúl y Morientes.Athletic: I.Etxebarria (Lafuente, m.46); Lacruz, C.García, Ferreira, Larrazabal (Javi González, m.65); Felipe, Urrutia, Guerrero (Tiko, m.65), Yeste; J.Etxeberria y Urzaiz. Goles: 1-0. M.38. Guti cabecea al palo contrario una falta desde la derecha. 1-1. M.45. Centro desde la banda derecha de Felipe. Urzaiz pelea la pelota por alto con Míchel Salgado y Hierro. Gana el salto y deja el balón para Joseba Etxeberria que lo empuja ante la salida de Casillas. 2-1. M.61. Excelente jugada de Ognjenovic, Raúl y Meca que culmina Morientes. 3-1. M.82. Saque de córner que peina Karanka y empuja Raúl en el segundo palo. Árbitro: Medina. Amonestó a Meca, Karanka, J.Etxeberria, Guerrero, Felipe y Ferreira. Unos 65.000 espectadores en el Bernabéu.

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Guti hace y deshace

El partido se estableció a partir de la progresión del Madrid, dudoso en el arranque, combativo hasta el gol y arrollador en el segundo tiempo. En la medida que creció el Madrid se empequeñeció el Athletic, que comenzó con gas y terminó desinflado. Durante un buen rato, el encuentro tuvo las características de un choque. Los dos se buscaban en un cuerpo a cuerpo que contagió a la hinchada madridista, tan fría durante los últimos tiempos. El partido tenía algo de copero, con un juego más ardoroso que brillantes, pero sin especulaciones. Por ese lado, el primer tiempo resultó leal con el fútbol. Atacaron los dos, sin demasiadas luces quizá, pero con empeño. Del combate, el Athletic sacó en limpio un espléndido cabezazo de Urzaiz, desviado con mucha agilidad por Casillas. El recurso Urzaiz se volvió demasiado frecuente por dos motivos. Uno, porque el delantero del Athletic comprometía de verdad a los centrales en el juego aérea. Y el otro porque Guerrero y Joseba Etxeberria decepcionaron. Sin ellos, el Athletic se redujo poco a poco su margen de posibilidades. Urzaiz ganaba los saltos, Yeste mostraba tímidamente la finura de su zurda y poco más. El partido comenzó a inclinarse a favor del Madrid, especialmente después del penalti que decretó el árbitro en un derribo de Imanol Etxebarria sobre Morientes. Si lo fue o no resulta discutible, pero el portero se equivocó. En lugar de acompañar al delantero y cerrarle un ángulo que ya tenía difícil Morientes de por sí, el portero se lanzó al suelo y arrastró al delantero. Error típico de nuestros porteros que no pasó definitivamente al debe de Etxebarria porque Hierro lanzó mal el penalti.

Pero para entonces el Madrid ya era un equipo con una cierta voracidad, la que le ha faltado durante la temporada. El equipo estaba más prieto, más rápido, más atento a cumplir con todas sus obligaciones. En ese sentido, la actuación de Sanchis fue ejemplar. Por oficio, recursos y despliegue, el capitán volvió a demostrar el motivo de sus 18 temporadas en el Real Madrid. Otra cosa es que la crítica haya sido caprichosa con él o que Sanchis no sea un demagogo al uso, lo que no le hace especialmente simpático. Pero como jugador, nunca ha admitido discusión.

Raúl tampoco. Apareció siempre con el máximo peligro en el área. Con vaselinas, pases, remates venenosos. Sin embargo, fue Guti el autor del primer gol. De cabeza, por esos misterios del fútbol. El empate del Athletic sólo tuvo un carácter circunstancial. En el segundo tiempo, sacó bandera blanca y cayó en manos del Madrid, especialmente después de la sustitución de McManaman por Ognjenovic y de Guti por Meca. Tanto el uno como el otro terminaron por desestabilizar a la defensa del Athletic. El pequeño yugoslavo por habilidad; Meca por verticalidad. Los dos participaron en el segundo gol, con la intermediación de Raúl, listísimo como siempre. Para entonces, el Athletic estaba noqueado, sin capacidad de respuesta y deseoso de que la brecha no se agrandara más. La agrandó Raúl, que puso el tercero entre la algarabía de la hinchada, que ahora cree en lo que no creía hace cuatro días.

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