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El Plan Verde, "una mera declaración de intenciones"

Los vecinos de La Punta, varios colectivos cívicos de la ciudad, los ecologistas y hasta los partidos de la oposición al unísono han defendido la huerta amenaza por la ZAL en aras de sus valores tradicionales, culturales y, sobre todo, ambientales. Una consideración plasmada en el PGOU de Valencia y consagrada en el Plan Verde, un proyecto auspiciado por la alcaldesa Rita Barberá que, al parecer, ahora repudia. "Respecto del denominado Plan Verde de Valencia", reza el acuerdo del Consell que da vía libre a la ZAL, "cabe decir que por el Ayuntamiento en su informe al proyecto nada dice al respecto, por lo que debe tratarse de una mera previsión o declaración de intenciones, sin que tenga una plasmación concreta sobre documento oficial alguno, lo que conlleva su no necesaria consideración".José Luis Ramos, abogado de Ecologistas en Acción, disiente de esta opinión, critica el desprecio del Consell a un documento técnico que llevó varios años realizar y asegura que "el uso del suelo es reglado, esta fuera de las discrecionalidades políticas". Es decir, sólo los expertos, técnicos o jurídicos, pueden valorar el uso de un suelo y los políticos no pueden saltarse a la torera los informes, en este caso el Plan Verde, elaborados por técnicos competentes.

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Pero no es el único punto crítico del acuerdo del Consell que desecha miles de alegaciones englobadas en 250 tipos. Una de ellas afirmaba que la ZAL no cuenta con el permiso de la Junta rectora del Parque Natural de L'Albufera. Sin embargo, el Consell tira por tierra cualquier crítica al asegurar que, aparte de que la ZAL queda fuera del parque (los críticos piensan que la huerta es un colchón de protección para el lago), recalificar la huerta como suelo industrial no requiere permisos del parque. Pedir autorización sólo será preceptivo "en el momento de solicitar la licencia [de las actividades industriales], pero no para el momento procedimental en que nos encontramos [un cambio de planeamiento urbano]".

Para los ecologistas, de esta forma el Consell practica la política de hechos consumados y da por hecho que una vez se destruya la huerta gozará de los permisos del parque natural para iniciar las actividades industriales.

Asimismo, el Consell también rechaza que la ZAL incumpla los estándares de superficie dotacional previstos en la legislación al sumar toda la red viaria (prevista para transporte pesado) en la superficie prevista para esos usos. "Considerando como superficie del sector la afectada por la implantación de la ZAL excluyendo la zona ferroviaria, se concluye que, estimando como zonas verdes aquellas que cumplen los requisitos exigidos en los artículos 34 y siguientes del reglamento de planeamiento de la Comunidad Valenciana y la zona viaria tal y como se define en el proyecto, se aprecia que se supera el porcentaje mínimo del 40%".

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