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MEDIO AMBIENTE DESESTIMADO UN RECURSO MUNICIPAL

La juez ratifica la prohibición de las bombas que desecan el marjal de Pego

El juzgado de instrucción número dos de Dénia ha desestimado el recurso presentado por el Ayuntamiento de Pego contra el auto de la juez titular, Esther Rojo, que prohíbe la utilización de las bombas ubicadas en el marjal de Oliva-Pego para la desecación del humedal. La orden judicial es por tanto, a partir de ahora, firme e impide el funcionamiento de las estaciones de bombeo para hacer descender el nivel hídrico del enclave natural protegido.

El gobierno local de Pego, bajo la dirección del independiente Carlos Pascual, financió la instalación de las bombas de extracción y su mantenimiento con dinero público en la anterior legislatura, gracias al respaldo de los ediles del PP. En el último presupuesto municipal, aprobado el pasado viernes con el voto mayoritario de los independientes, se ha vuelto a incluir una nueva partida de ocho millones de pesetas destinada a comprar combustible para el funcionamiento de los motores.La Comunidad de Regantes de Pego y Pascual han defendido siempre el uso "tradicional agrícola" del humedal. Sobre esta base han realizado desvíos de ríos, canalizaciones, caminos y han preparado tierras para el cultivo contraviniendo las leyes nacionales y europeas de protección de humedales, y el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del marjal de Pego-Oliva, que el Consell aprobó el pasado mayo.

La orden judicial, además de prohibir de forma "absoluta" la utilización de los grupos de bombeo como instrumento de desecación del parque natural, encomienda al Seprona de la Guardia Civil la vigilancia y comprobación del cumplimiento del auto. En caso de comprobarse la extracción ilegal, establece que las máquinas deben ser precintadas. Sólo permite su uso "como mecanismo de distribución del agua para el cultivo de arroz", en las zonas donde el PORN lo permite y siempre que se realicen bajo la supervisión de la Consejería de Medio Ambiente.

Tras las lluvias caídas el pasado mes de noviembre en la vecina comarca de La Marina Alta, el marjal recuperó su nivel hídrico. Debido al temporal, los cultivos ilegales de hortalizas que un grupo de agricultores había plantado en el corazón del humedal se malograron.

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