_
_
_
_

Visto para sentencia el juicio contra el camionero granadino acusado en Tánger de tráfico de hachís

El fiscal del Tribunal de primera instancia de Tánger pidió ayer una pena de 10 años de prisión para el camionero español Manuel Triviño Palma, que fue detenido el pasado 19 de noviembre en el puerto de esta ciudad del norte de Marruecos con 1.379 kilos de hachís. El abogado de Triviño, Abdala Bajat, solicitó la absolución al afirmar que la droga había sido introducida en el camión de su defendido, que transportaba tomates y pimientos de Agadir (Marruecos) a Huelva (España), sin que éste se hubiera percatado. El juicio contra Triviño, de 41 años, quedó visto para sentencia. Hasta ese momento, los compañeros de Triviño, según anunciaron ayer, mantendrán las protestas en Algeciras y exigirán su libertad.

El Tribunal de primera instancia de Tánger anunció ayer que tiene previsto hacer pública la sentencia entre mañana y el jueves, según fuentes de la defensa. El abogado defensor de Treviño recordó durante la vista que fue el propio camionero el que alertó a la policía de que sospechaba que su camión había sido forzado después de cargar 20 toneladas de tomates y pimientos en la ciudad marroquí de Agadir, situada a 898 kilómetros al sur de Tánger, en alguna de las áreas de servicio en las que se detuvo.El letrado señaló que Treviño creía que su camión había sido forzado por emigrantes marroquíes que intentaban entrar clandestinamente en España, puesto que oyó ruidos extraños en el interior del remolque.

Una vez en el puerto de Tánger, donde Treviño se disponía a embarcar el camión que conducía en una de los barcos que cruzan el estrecho de Gibraltar en dirección al puerto español de Algeciras, el inculpado volvió a denunciar sus sospechas a los aduaneros. En el control de la carga realizado por agentes de la policía y de las aduanas del puerto de Tánger, fueron descubiertos los 1.379 kilos de hachís.

El fiscal afirmó que no había ninguna duda sobre la implicación de Treviño en el tráfico internacional de drogas y pidió la pena máxima prevista para el delito que se le imputa, que es de 10 años de prisión.

A la vista asistieron el cónsul general de España en Tánger, Aníbal Jiménez, y José Luis Hernández Pérez, alcalde de la localidad granadina de Guadix, en la que reside el inculpado.

Al mismo tiempo, un centenar de transportistas españoles se concentraron en el puerto de Algeciras en solidaridad con Triviño. Unos 30 camioneros españoles realizaron también acciones de protesta en el puerto de Cádiz para exigir la puesta en libertad de Triviño.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los transportistas, que durante ocho días han estado concentrándose en las zonas de preembarque del puerto de Algeciras, decidieron ayer, alrededor de las 21.00, impedir el acceso de cualquier vehículo pesado a la zona de embarque a Tánger.

Tras conocer que la sentencia no se iba a hacer pública, los transportistas se dirigieron hacia sus camiones, colocándolos a pie de muelle e impidiendo durante unos 30 minutos la normal actividad del puerto algecireño.

"Vamos a permanecer aquí hasta que vuelva Manuel", aseguró Juan Méndez, uno de los transportistas, quien comentó: "El día 8 empieza el Ramadán y esta gente va a dejar a nuestro compañero allí". Mientras tanto, los hijos y otros familiares del camionero detenido aguardaban incrédulos las noticias que llegaban de Tánger.

Los camioneros insisten en mantener su actitud hasta la libertad de su compañero, y aseguraron que este caso debe "una cuestión de Estado". "Todos estamos desamparados en Marruecos", afirmó un portavoz de los manifestantes.

El cónsul de Marruecos en Algeciras, Omar El Mars, se reunió ayer en el puerto con los transportistas marroquíes que se encuentran sin poder abandonar este recinto desde hace días, con la intención de intentar presionar a las autoridades españolas para que los camioneros locales depusiesen su actitud.

A pesar de la tensión, tan sólo a media tarde, durante el desembarco de varios camiones procedentes de Tánger, se produjeron leves incidentes. Algunos transportistas insultaron a los que venían de Marruecos, llegando a lanzar incluso piedras contra la cabina de uno de los camiones. La atenta mirada y la acción de la Guardia Civil impidió que la situación llegase a mayores.

Más de una tonelada de droga, entre los palés

Manuel Triviño Palma, el camionero que aún permanece en una prisión de Tánger, creía que la carga que habían introducido en su remolque, en un almacén de Agadir, eran tomates y pimientos. Su sorpresa fue cuando comprobó que, entre 22 de los 26 palés que componían la carga, habían escondido 1.397 kilos de hachís.La droga viajaba oculta entre la carga de pimientos picantes, en la parte superior del camión, para que la droga pasase inadvertida a los olfatos de los perros adiestrados para la localización de estupefacientes durante el paso por las diferentes fronteras.

Los otros cuatro palés que completaban la carga sí estaban llenos de tomates en su totalidad y colocados en la zona más visible del camión, nada más abrir la compuerta.

La fatalidad para Triviño comenzó cuando dos ciudadanos magrebíes se introdujeron en el interior del vehículo como polizones. A raíz de la denuncia del camionero ante los gendarmes marroquíes, éstos localizaron la droga por casualidad, después de que los ocupantes ilegales del vehículo se dieran a la fuga por el techo del camión y de que al conductor granadino le comunicaran el tipo de carga que desconocía portar.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_