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Sanidad duplica el gasto en fármacos contra el sida por su alta eficacia. El responsable del plan de prevención del sida cree que los fármacos ahorran dinero a Osakidetza

Los medicamentos han conseguido reducir en un 75% la mortalidad en Euskadi. Euskadi sigue siendo la tercera comunidad de España en porcentaje de seropositivos

La aparición de los fármacos contra el sida en 1996 ha supuesto un antes y un después en la lucha contra esta enfermedad infecciosa. Los llamados medicamentos antirretrovirales, que evitan que el virus se reproduzca, han conseguido reducir en un 75% el número de fallecidos en Euskadi en el periodo 1996-1998, pasando de los 413 de 1996 a los 103 del año pasado. Este éxito ha hecho que Osakidetza duplique el gasto en estos productos, que sólo se expiden en los hospitales, donde los seropositivos siguen su tratamiento contra la enfermedad. La previsión del Servicio Vasco de Salud es gastar 2.900 millones de pesetas (17,4 millones de euros) en medicamentos antirretrovirales este año, casi el doble de los que empleaba en 1997, que eran 1.494 millones.Estos 2.900 millones suponen más del 25% de lo que gasta Osakidetza en farmacia hospitalaria, partida que este año ascenderá a 11.000 millones de pesetas (66,11 millones de euros). La farmacia hospitalaria incluye los medicamentos de uso estrictamente hospitalario, que sólo son facilitados a los enfermos que siguen algún tipo de tratamiento en estos centros y, por lo tanto, no se pueden adquirir en las farmacias bajo receta. Un total de 8.500 ciudadanos vascos, uno de cada 250, es portador del virus del sida. De éstos, 5.000 están bajo control sanitario, de los que 2.900 están siendo tratados con medicamentos antirretrovirales.

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A las otras 2.000 personas seguidas por Osakidetza no merece la pena ponerles tratamiento porque, de momento, su situación es buena, según indica el responsable del Plan de Prevención del sida del Gobierno Vasco, Daniel Zulaika. "Desde el comienzo de la epidemia del sida en 1981 hasta 1987 no hay ningún medicamento en el mercado que pueda hacerle frente. En 1987 surge el primer antirretroviral, pero poco después se ve que su utilidad es muy limitada. En 1991 aparece el segundo y comienzan las terapias combinadas, pero su eficacia también es muy pobre", rememora Zulaika. Mientras tanto, la mortalidad entre los enfermos de sida empieza a crecer en Euskadi y en 1995 y 1996 se toca fondo: más de 400 personas mueren cada uno de estos años de sida.

A principios de 1996 surgen los primeros rumores sobre la eficacia de unos medicamentos que se están empleando en Estados Unidos. "Los enfermos que los usan pasan de pesar treinta a sesenta kilos en tres meses. En julio de 1996, en Vancouver (Canadá), se presentaron los primeros resultados: eran excelentes", según revive Zulaika. Los tratamientos combinados de varios fármacos, cócteles, incorporaban un nuevo producto, el inhibidor de la proteasa. La proteasa es la enzima que el virus del sida necesita para completar su reproducción. Los medicamentos antirretrovirales incorporan un elemento que impide a esta enzima actuar de catalizador y de esta forma el virus no puede extenderse.

Reducción a la mitad

Zulaika considera que el esfuerzo económico que realiza Osakidetza para adquirir estos medicamentos es rentable. "Hay que tener en cuenta lo que estos fármacos están suponiendo de ahorro al sistema por cuanto muchos seropositivos ya no tienen que ingresar en el hospital y permanecer varios días en las plantas de medicina interna. La introducción en 1996 de la terapia antirretroviral supuso que el número de ingresos hospitalarios bajase en un 50% de 1996 a 1997. Así, los costes de hospitalización, que son muy grandes, se reducen a la mitad".

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El éxito de los medicamentos ha hecho que progresivamente más pacientes se decidan a probarlos. En 1997 eran 1.835, un año después subieron hasta los 2.450 y hasta junio de este año ya había 2.900. La mayor parte de los pacientes (88,6%) está bajo tratamiento triple, lo que significa que toma un cóctel de tres medicamentos. Si se observa la evolución del gasto trimestre a trimestre desde 1998 se puede comprobar que tiende a estabilizarse. "El número de pacientes en tratamiento aumentará, pero ya no lo hará de la forma en que lo ha hecho en 1997 y 1998", considera el doctor Zulaika, que lleva más de doce años al frente del Plan de Prevención del sida del Ejecutivo vasco.

Tanto los seropositivos (portador del virus que puede permanecer varios años sin síntomas aparentes de enfermedad) como los enfermos de sida (la persona que ha desarrollado la patología porque las defensas de su organismo no han resistido más el avance del virus y empieza a mostrar los signos y síntomas que definen al sida) pueden acogerse indistintamente al tratamiento con fármacos. "La diferencia entre seropositivo y enfermo de sida no tiene mucho sentido. En el fondo se trata de personas infectadas por el virus VIH que presentan diferentes estadios de la infección. Antes el tratamiento se daba sólo a los enfermos de sida y ahora se da cuando una persona llega a una determinada situación de defensas o cuando la cantidad de virus que tiene en sangre llega a determinado volumen", explica Zulaika.

La pregunta que se hacen los especialistas al comprobar el éxito de los medicamentos antirretrovirales a la hora de combatir la enfermedad es: ¿qué va a pasar a partir de ahora? El objetivo es lograr que el sida se convierta en una enfermedad crónica, es decir, que deje de ser mortal y que con determinados cuidados la persona que sufre la patología pueda aguantar durante muchos años si no baja la guardia y se cuida al máximo. "Todo va a depender de si la medicina logra mantener en sangre una presión de los fármacos suficiente como para que el virus no se multiplique. Entonces, lograremos un enfermo crónico. En el momento en el que la presión del fármaco deja de ser suficiente (cuando los enfermos, por ejemplo, dejan de tomar la medicación por un descuido) el virus se multiplica y su resistencia a los efectos de los fármacos crece", apunta Daniel Zulaika.

De esta forma se producen dos carreras paralelas: la de la industria farmacéutica por desarrollar nuevos productos y la del virus del sida por aumentar su resistencia a esos medicamentos. "La carrera la va a ganar el ser humano", zanja el responsable del Plan Vasco de Prevención del sida.

"Sin bajar la guardia"

En la actualidad existen doce medicamentos antirretrovirales, pero la industria farmacéutica va a ir poniendo en el mercado durante los próximos tres años otros 23 nuevos medicamentos. "Hay una reserva, no estamos indefensos ante el problema de la resistencia del virus, pero el mensaje que hay que trasladar es que el futuro de las personas seropositivas depende en buena parte de ellos mismos. No pueden bajar la guardia, tienen que ser disciplinados y tomar las pastillas. Al desaparecer la mortalidad existe un gran riesgo de que los seropositivos rebajen las medidas preventivas que tanto había costado adoptar", enfatiza.

El informe correspondiente al primer semestre de este año elaborado por los responsables del Plan de Prevención del sida muestra que Euskadi continúa siendo la tercera comunidad de España, por detrás de Madrid y Baleares, en la tasa de seropositivos. Un dato preocupante contenido en el informe es que el 37% de las mujeres portadoras del virus del sida se infectó por vía heterosexual, siete puntos por encima del porcentaje registrado en 1998. La transmisión entre usuarios de drogas por vía parenteral sigue siendo el principal foco de infección en los seis primeros meses de 1999. En total, entre enero y junio Sanidad diagnosticó 96 casos, dos menos que los diagnósticos realizados en el segundo semestre del año pasado y 42 menos que en el mismo periodo de 1998.

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