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Las lluvias de septiembre y octubre en Andalucía doblan la media registrada en las últimas décadas

Alejandro Bolaños

En agosto, la sequía amenazaba con hacer una de sus apariciones cíclicas; dos meses de abundantes chubascos han bastado para ahuyentar la amenaza. Los datos del Instituto Nacional de Meteorología sobre las ocho capitales andaluzas muestran que en septiembre y octubre se han registrado, de media, 166 litros por metro cuadrado, más del doble de lo que es habitual para este periodo. De hecho, las precipitaciones de estos días han permitido a Sevilla y Córdoba recibir más lluvia que la acumulada el pasado año hidrológico, entre septiembre de 1998 y agosto de 1999.

El verano dejó una evidencia meteorológica: el año hidrológico que finalizaba el 31 de agosto había sido el más seco desde que el Instituto Nacional de Meteorología recopila los datos de lluvias en las ocho capitales andaluzas. La media de precipitaciones en esos doce meses en Andalucía se situó en 277 litros por metro cuadrado, apenas un 40% de lo registrado, de promedio en las tres últimas décadas (600 litros por metro cuadrado). El agua caída en septiembre y octubre ha disuelto los temores sobre el comienzo de un nuevo ciclo de sequía como el que tuvo lugar en la región entre 1991 y 1995. El inicio de este año hidrológico, que concluirá en agosto del 2000, ha sido más lluvioso incluso que el registrado en el último periodo húmedo (1996-98) en las capitales andaluzas, sobre todo en Sevilla y Córdoba, las provincias más afectadas por la falta de agua. Así, en la capital hispalense han caído en estos dos meses 298,4 litros por metro cuadrado, 63 litros más que todo el agua recibida en los doce meses del pasado año hidrológico (entre septiembre de 1998 y agosto de 1999).

En Córdoba, las diferencias son también muy acusadas. En la capital de la provincia, septiembre y octubre han dejado 258,6 litros por metro cuadrado, 28 más que los que se recogió en los doce meses del pasado año hidrológico. Las lluvias también han sido muy abundantes estos dos meses en Cádiz (194,5 litros), Huelva (167,6 litros) y Jaén (162,3 litros). Las cantidades recogidas en las provincias más orientales son menores, pero están también muy por encima de lo que es normal en el inicio del otoño.

Las lluvias de estos dos meses han permitido acabar con las restricciones que ya se habían iniciado en pueblos de la Contraviesa granadina, de la sierra de Aracena e incluso en Grazalema, el término municipal que habitualmente recibe más lluvias de todo el país. El agua ha fluido también a los pantanos y seguirá haciéndolo con los aportes de escorrentías.

El volumen de agua embalsada en las presas más occidentales ha aumentado en relación al 30 de agosto: la cuenca del Guadalquivir almacena 242 hectómetros más (se ha pasado del 36,2% al 39,7% de la capacidad total), la cuenca del Guadiana 22 hectómetros más (del 49,9% al 54,5% de la capacidad) y la cuenca del Guadalete 30 hectómetros más (del 52,4% al 54,5%). Aún así, los pantanos están muy lejos de los números de noviembre de 1998 cuando estaban a más del 65% de su capacidad; todavía aún retenían el agua que dejaron tres años de abundantes lluvias.

El año hidrológico y el año agrícola coinciden en las fechas (de septiembre a agosto), por lo que estas lluvias han llegado tarde para el campo andaluz. El último informe de la asociación agraria COAG, publicado a principios de septiembre, aseguraba que la falta de agua había provocado una merma de ingresos en la producción agraria que calculaban en 236.900 millones. La ganadería (cuyos costes subieron por la obligatoria compra de forraje) y el cereal de invierno han sido los sectores más perjudicados.

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Las precipitaciones sí permitirán revisar las previsiones de COAG para el olivar: calculaban que la pérdida de ingresos en la próxima cosecha (que se empieza a recoger en enero) superaría los 90.000 millones. "Las lluvias han hecho ganar peso a las aceitunas", asegura el último boletín semanal de la Consejería de Agricultura. El sector ganadero también se verá aliviados ya que "en las dehesas el agua propicia el crecimiento de hierba en todas las zonas". Eso sí, las lluvias han perjudicado la calidad del algodón.

Las nubes han escondido el enfrentamiento entre la Junta y el Gobierno a cuenta de la gestión del agua. El Ejecutivo andaluz se ha alineado con las asociaciones agrarias que reclaman al Ministerio de Medio Ambiente más pantanos; la Plataforma del Guadalquivir, que aglutina estas posturas, calcula que entre 1996 y 1998 se dejaron salir al mar 20.000 hectómetros cúbicos. Y recuerda que ni las siete presas en construcción, ni los proyectos que exigen (Melonares, La Breña II, Arenoso) recogen las lluvias que ahora caen.

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