_
_
_
_
ELECCIONES CATALANAS

Ataques a CiU por tener como amigos europeos a los aliados de Le Pen

Enric Company

Los socialistas catalanes consiguieron ayer su propósito de inyectarse una fuerte dosis de entusiasmo en los últimos días de la campaña electoral. Llenaron a rebosar el Palau Sant Jordi. Con el ambiente caldeado por la intervención de Felipe González, que se puso a su disposición, y tras la rumba de Peret, Pasqual Maragall, convocó a sus seguidores a una votación masiva. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat atacó a Jordi Pujol porque, dijo, sus únicos amigos políticos son dos presidentes regionales franceses que gobiernan en alianza con la extrema derecha de Le Pen.Una gran pancarta con la leyenda "President", banderas rojas y catalanas en idéntica proporción y las camisetas amarillas de Ciutadans pel Canvi pusieron el color a una concentración que era sobre todo una demostración de fuerza. Los socialistas han luchado desde hace un mes para crear tensión política, condición necesaria para que el domingo se registre una alta participación en las elecciones.

Más información
González pide a Pujol que le imite y se jubile porque "es la hora de Maragall"

El candidato socialista sostuvo que los nacionalismos, incluido el español y el catalán, "han acabado su función, y los localismos, también". Reiteró que es la hora del federalismo, en España y en Europa, y lo defendió no sólo como una mejor forma de organizar España. "A los españoles les decimos: no es que sólo os necesitemos, es que os queremos, es que somos de la misma pasta".

Maragall se enorgulleció de contar con el aliento de Blair, Jospin, Prodi, Guterres y González. "Nosotros tenemos amigos, pero hay otros que no los tienen, que son gente de pocos amigos". Pero recordó que entre éstos están Charles Millon y Jacques Blanc, que gobiernan las regiones francesas del Languedoc-Roussillon y Rhone Alpes en alianza con la extrema derecha de Le Pen. "Y en España [Pujol] tiene un amigo: se llama José María", remató para referirse a Aznar y al PP.

Mediante grabaciones proyectadas en una pantalla gigante, pudieron oír cómo expresaban su apoyo a Maragall, y pedían el voto para él, Miguel Bosé, Ramoncín, Antoni Ros Marbà, Adolfo Marsillach, Ginesa Ortega y Joan Manuel Serrat. Con Serrat cantaron El ball de la civada. Pero en vivo y en directo cantaron con Peret una versión de la rumba Barcelona tiene poder, en la que en vez de Barcelona se decía Cataluña.

Antes de González, Almunia, Maragall, Narcís Serra, Joaquim Nadal y Joan Clos, intervinieron personalidades del mundo del arte y la cultura: Pepe Rubianes, Carles Flavià, Josep Maria Bardagí, Mario Gas, Enric Majó, Albert Boadella, Rosa Regàs, Rosa Novell y Juanjo Puigcorbé. Terenci Moix levantó salvas de aplausos cuando felicitó al candidato del PSC Miquel Iceta por haber proclamado en público días atrás su homosexualidad. "Cuantos más seamos, más nos reiremos", exclamó Moix. Tras acusar de "homofóbico y carca" al partido de Pujol, provocó una entusiasta carcajada del auditorio: "Pido a los homosexuales que este domingo no se vayan a Sitges, que se queden a votar".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_