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Desmantelado un laboratorio capaz de producir 15 kilos de cocaína al día

La Guardia Civil y la Policía Local de Móstoles desmantelaron este fin de semana en un piso de Móstoles (195.000 habitantes) un gran laboratorio de cocaína. Este centro de producción tenía capacidad para preparar hasta 15 kilos de cocaína al día, según fuentes policiales. En la operación, que se inició por una casualidad, fue detenido el supuesto responsable del laboratorio, Roberto F. R., de 21 años. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación y no descarta nuevas detenciones.

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Fajas blancas

La operación policial arrancó por una casualidad. El miércoles pasado, la Policía Municipal de Madrid ordenó que se parase un Volskwagen Golf GTI en un control situado en la glorieta de San Vicente, muy cerca de la carretera de Extremadura. Los agentes pidieron al conductor, Roberto F. R., la documentación del coche. Éste dijo que la había perdido. Los policías comprobaron si el coche era robado mediante la Unidad Central de la Policía Judicial de la Agrupación de Tráfico. En dos minutos llegó la respuesta que sospechaban los policías. El Golf había sido sustraído la semana anterior en Móstoles. Los agentes de la Unidad de Tráfico detuvieron a Roberto e iniciaron el registro.Bajo los asientos traseros, según la Guardia Civil, se descubrieron 15 kilógramos de cocaína dentro de una bolsa de aseo. Además, había numerosas anotaciones sobre precursores químicos, lo que hizo sospechar a la policía de que el sospechoso podía estar relacionado con algun grupo de narcotraficantes o con laboratorios clandestinos de droga.

La Policía Local solicitó ayuda al Grupo Fiscal y Antidroga de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid. Los investigadores comprobaron que Roberto tenía un piso alquilado en el tercero A del número 6 de la calle del Tamarindo, del parque Coimbra, de Móstoles.

Registro policial

Una vez conseguida la correspondiente autorización judicial, se procedió el pasado jueves por la noche al registro del inmueble, donde vivía desde hace cuatro meses el sospechoso. La vivienda, perfectamente equipada y ordenada, era un laboratorio de cocaína totalmente preparado para la elaboración de sustancias estupefacientes. Disponía de un extractor de humos, lámparas de calor para agilizar el secado de sustancias, moldes metálicos, probetas de medición, mascarillas, balanzas de precisión, gafas industriales protectoras, una prensa hidráulica, dos molinillos y múltiples instrumentos, con los que se podían fabricar entre 10 y 15 kilos de cocaína al día.Con todo este material y productos químicos se adulteraba, prensaba y empaquetaba la nieve, según informa la Guardia Civil de la Comandancia de Tres Cantos.

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Además, en el piso se hallaron unas gafas de visión nocturna, una pistola de marca Baretta del calibre 6,35 milímetros con su munición, un arma simulada, 300.000 pesetas y diversa moneda extranjera. El detenido, que cuenta con antecedentes policiales por causas similares, fue puesto ayer por la tarde a disposición judicial.

Ingreso en prisión

El titular del Juzgado número 6 de Móstoles decretó el ingreso en prisión de Roberto tras escuchar su declaración, según explicó anoche la Guardia Civil. Los agentes prosiguen las investigaciones y no descartan nuevas detenciones tras descubrir en el domicilio varias direcciones y documentación del acusado.

Los agentes sospechan que Roberto forma parte de una banda que trae droga desde Colombia. Ahora, los agentes tratan de averiguar cómo se transportaba la sustancia.

El desmantelamiento del laboratorio de cocaína ha desatado el asombro y la extrañeza entre los vecinos de la calle de Tamarindo, de Móstoles, una de las muchas zonas residenciales del parque Coimbra.

"No pensábamos que ahí pudiera haber una fábrica de cocaína; además, no se oía nunca nada extraño ni se veía jaleo en el piso,", dijo un vecino.

"Ni siquiera había mucho movimiento de gente, y al chaval, que iba bien vestido siempre, no se le veía mal aspecto", apostilló otro residente del inmueble. "Yo no sé si llevaba un alto nivel de vida, pero, desde luego, no era nada sospechoso", apostillo otro vecino.

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