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Dos millones de indemnización para un inocente encarcelado

Francisco Andrés Castro, un hombre de 37 años vecino de Padules (Almería), recibirá del Estado algo más de dos millones de pesetas, después de que una sentencia del Tribunal Supremo ordenara ese pago a modo de compensación por los ocho meses que pasó en prisión en 1988 por un supuesto delito de tráfico de cocaína, cuando lo que portaba en el momento de su detención sólo se parecía a la droga en que era polvo y blanco. Además, asegura, que la bolsa de 200 gramos de sustancia pulverulenta se la encontró en la calle y no sabía ni lo que era.Este hombre permaneció en prisión preventiva entre el 3 de marzo y el 21 de octubre de 1988 tras ser detenido y acusado por la Guardia Civil. Fue necesario que transcurrieran ocho meses para que se reconociera que las pruebas efectuadas a la sustancia requisada no correspondían con ningún tipo de estupefaciente.

La indemnización no se acerca en absoluto a la petición de su abogado, que había solicitado 20 millones de pesetas. No obstante, el protagonista de esta historia da por buena la sentencia. "El dinero es lo de menos. No hay dinero suficiente para pagar lo que he pasado".

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