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La testigo principal de un juicio afirma que la víctima “merecía la muerte por listo”

“Merecía la muerte por listo”. Así se expresó ayer en la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid la testigo principal del juicio que se sigue contra Julio Pérez Nuño, su hermano Óscar y un amigo de ambos, Andrés Gallego Monasterio, acusados de matar y posteriormente cortar la cabeza y las manos de Joaquín Gómez en febrero de 1997.La testigo clave, ex novia de Julio Pérez Nuño -actualmente en prisión-, fue quien en noviembre de 1997 relató a la policía que su pareja de entonces y un amigo habían enterrado el cuerpo sin vida de Gómez en el jardín de su casa. Antes, según la testigo, apoyaron su cuerpo sobre un tronco y Julio procedió a cercenarle la cabeza y las manos.

La mujer dijo en su comparecencia que la víctima merecía su suerte porque había dicho que iría a por la hermana de Julio y a por ella. "Pero yo estoy segura de que ellos no iban a matarlo", agregó.

Pérez Nuño declaró el martes que cometió el crimen "solo" y que la cabeza y las manos del cadáver los arrojó a un contenedor de basura. El acusado relató que la muerte de Joaquín Gómez se originó tras una pelea que ambos sostuvieron en el interior de un coche. El motivo de la reyerta, según el acusado, fueron las amenazas de Joaquín a su hermana y el robo de dos vehículos.

En su comparecencia, la testigo dijo desconocer cómo se cometió el crimen. En el segundo día del juicio comparecieron también los policías que investigaron el suceso. Asimismo, un amigo de la víctima declaró que éste había entrado días antes en el domicilio de Óscar PérezNuño y había robado algunos objetos, además de cocaína y hachís.

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