El consulado español en Moscú exigió la prueba del sida para un visado
El consulado español en Moscú, que dirige Melitón Cardona, exigió a un ciudadano ruso residente en San Sebastían que presentase un certificado médico "con prueba de sida" entre la documentación necesaria para concederle un visado de residencia. Las asociaciones que trabajan en la defensa de los derechos de los inmigrantes coinciden en considerar ilegal esta exigencia.Alexei E. de 24 años, trabaja desde hace mas de un año en la capital guipuzcoana. A principios del pasado agosto recibió una nueva oferta de empleo y comenzó a gestionar el visado. Al conocer que se le exigía aportar una prueba de sida presentó un recurso ante el consulado, según explicó el director de la Oficina de Información Diplomática, Joaquín Pérez Villanueva, a la cadena SER.
El recurso se resolvió a favor del ciudadano ruso el pasado 9 de septiembre y le eximió de presentar la prueba, una exigencia que los consulados españoles practican "en reciprocidad" con la Federación Rusa, que obliga a presentarla a los españoles que quieren trabajar en ese país. Ni Alexei ni su abogado en España conocían ayer el resultado del recurso, aunque el representante del joven en Moscú recibió un escrito del consulado, cuyo contenido no ha podido especificar ya que desconoce el castellano.
El servicio de migraciones de Comisiones Obreras, que asesoró al inmigrante, presentó también una queja verbal ante la subdirección de Asuntos Consulares y Visados del Ministerio de Asuntos Exteriores. El portavoz de la Comisión de Ayuda al Refugiado en Euskadi Javier Galparsoro calificó como "lamentable" que se pretenda exigir "algo que no está previsto en la Ley de Extranjería" a lo que se suma "una discriminación por motivos médicos".
Pablo López Goenaga, abogado de la asociación antisida de Guipuzcoa, señaló que es "ilegal e ilegítimo que cualquier autoridad solicite un dato de ese calibre" y recordó que la Audiencia de San Sebastián ha recogido la doctrina de la Organización Mundial de la Salud y al menos tres sentencias consideran el sida como una enfermedad "trasmitible, que no contagiosa".
