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La costa catalana tendrá el mayor arrecife artificial de Europa

El objetivo es proteger el ecosistema y evitar la pesca de arrastre

El mayor arrecife artificial de Europa recibió ayer luz verde del Gobierno. El Consejo de Ministros aprobó la construcción de una gigantesca barrera submarina, entre Sitges (Barcelona) y Roda de Barà (Tarragona), unos 35 kilómetros de litoral, que protegerá el ecosistema marino y evitará la pesca de arrastre. Los pescadores artesanales de la zona mostraron su satisfacción ante el inminente inicio de las obras.

El arrecife estará formado por unos 1.200 cilindros de hormigón (atravesados con vías de ferrocarril), con un peso de seis toneladas cada uno. Estas estructuras serán depositadas entre los 15 y los 35 metros de profundidad entre las playas de Vallcarca (Barcelona) y de Sant Vicençs de Calders (Tarragona), a lo largo de ocho términos municipales que suman 2.493 hectáreas submarinas.El proyecto costará 272 millones de pesetas. Está previsto que las obras puedan comenzar a principios del 2000. Gracias a su carácter disuasorio, el arrecife permitirá la regeneración de la posidonia (un herbáceo marino que florece).

Sólo las embarcaciones que utilicen artes artesanales podrían faenar en estas aguas. En cambio, las embarcaciones de arrastre no podrán atravesar la barrera, con lo que se protegerán las praderas de posidonias, que constituían un ecosistema marino de gran riqueza biológica y que han sufrido un grave retroceso durante los últimos años.

La construcción de puertos, la pesca de arrastre y la extracción de arena para playas han esquilmado los bosques marinos. A las praderas de posidonia acuden a desovar los peces, y los crustáceos instalan su hábitat porque llega la luz del sol. "Muchas praderas han quedado trinchadas durante los últimos años", apunta el biólogo Josep Anton Herrera. "Su importancia es vital porque en estas praderas hay una gran diversidad biológica. Son los bosques del fondo del mar", añade. Desarrollo sostenido

Según dijo Samuel Juárez, secretario general de Pesca del Ministerio de Agricultura, cuando el proyecto fue presentado el año pasado en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), "el objetivo de la barrera submarina artificial es el de potenciar la pesca artesanal y, al mismo tiempo, proteger una de las mayores praderas de posidonia del Mediterráneo". Este arrecife artificial, añadió Juárez, "garantizará una pesca responsable y un desarrollo sostenido". Para los pescadores de Sitges, todos ellos artesanales, el proyecto llega en un momento crucial: "Los últimos años nos ha ido muy mal por culpa de la pesca de arrastre", dice Alfred Ribas, secretario de la cofradía local, que señala que ahora esperan "más crías de peces".

Una gran tensión entre pescadores de diferentes artes -sobre todo entre los de Sitges y los de Vilanova- ha surgido cuando las barcas de arrastre han pretendido faenar dentro de estas zonas. Con el nuevo arrecife esto ya no será posible, porque entrar en estas áreas protegidas significará que la red de arrastre quedará enredada entre las estructuras de hierro y hormigón.

En Cataluña existen 15 arrecifes artificiales instalados a lo largo de toda la costa, que se han venido instalando desde 1975. Según Josep Miralpeix, director general de Pesca de la Generalitat, la administración autonómica continuará con esta política "como medio de regeneración del fondo marino".

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