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Ensayo general

Los mercados de valores pasaron ayer por una situación muy difícil, cuando el precio de los contratos de futuros del mercado estadounidense indicaba una posible caída de más de cien puntos en la apertura de la Bolsa de Nueva York. El temor a un mal dato de IPC en Estados Unidos -las expectativas están en el 0,3%- y a la consiguiente reacción de la Reserva Federal fue lo que puso el papel en el mercado y hacía presagiar un drama.En esos momentos la Bolsa de Madrid llegó a perder el 1,18%, y los inversores se preparaban para lo peor, ya que en el mercado secundario de deuda la rentabilidad del bono a 10 años ascendía hasta el 5,37%, el máximo anual, como consecuencia de las presiones que existen en Europa sobre los tipos de interés.

El euro también caía con fuerza frente al yen y el dólar, y en algunos momentos los inversores españoles consiguieron olvidar su problema más inmediato, que es la publicación, hoy mismo, del IPC correspondiente al mes de agosto, y para el que las previsiones de los analistas se centran entre el 0,4% y el 0,5%, lo que llevaría la tasa interanual de inflación hasta el 2,4%.

La contratación de esta sesión fue de 135.571 millones de pesetas efectivas, 814,79 millones de euros, en el mercado continuo, aunque el 44% de esa cantidad procedió de Argentaria, un valor cuya contratación se ha visto fuertemente inflada en los dos últimos días por las operaciones de lavado de cupón.

La apertura de Nueva York demostró que a los inversores estadounidenses no les preocupa tanto como al resto lo que pueda suceder mañana con al IPC de agosto. Una apertura ligeramente descendente dio paso a una discreta mejoría a media sesión y el Dow Jones comenzó a subir, pero para entonces ya era tarde para que los inversores europeos dieran marcha atrás. Al cierre, Nueva York ganó un 0,02%.

La Bolsa de Madrid perdió al cierre un 0,86%; Londres, el 0,36%; París, un 0,60%, y Francfort, el 0,68%.

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