Enterrados con fuertes medidas de seguridad los 14 serbios asesinados

Los cuerpos de los 14 agricultores serbios asesinados el día 23 en la localidad kosovar de Gracko fueron enterrados ayer en una tensa ceremonia presidida por el patriarca Pavle, jefe de la Iglesia ortodoxa serbia y a la que asistieron, en medio de grandes medidas de seguridad, el administrador especial de la ONU para Kosovo, Bernard Kouchner, y el representante del Gobierno yugoslavo, Nebojsa Vujovic. El funeral pudo celebrarse tras el retraso en el permiso concedido para que un forense enviado por Belgrado pudiera examinar los cadáveres. Las investigaciones sobre la autoría de la matanza, la peor cometida en Kosovo desde que el pasado 12 de junio las tropas de la OTAN entraran en la provincia yugoslava, comienzan a dar sus frutos. El portavoz de la fuerza internacional (Kfor) en Pristina, el comandante holandés Jan Joosten, informó de la detención por parte de la policía militar británica de cuatro personas en la zona comprendida entre Gracko (al suroeste de Pristina) y la vecina localidad de Lipljan. Joosten señaló que los cuatro hombres no siguieron detenidos tras el interrogatorio. La noche anterior, otras seis personas fueron arrestadas en Lipljan. Estas actuaciones apuntan a que los investigadores centran sus sospechas en los albanokosovares de la zona, relacionando así el asesinato con una venganza más que con una campaña organizada.En los funerales, el patriarca Pavle extrajo una lectura positiva de la matanza. "Ya no aparecéis ante el mundo como criminales, sino como víctimas inocentes", dijo a los familiares. Kouchner volvió a insistir a los serbios para que no abandonen Kosovo. Sin embargo, según confirmó ayer la portavoz del Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Maki Shinohara, el número de serbios a los que esta organización ha ayudado a salir de Kosovo en los últimos días supera ya los mil. Para intentar tranquilizar a la población serbia, la Kfor ha anunciado un plan para proteger a los agricultores durante la cosecha, que ya ha comenzado.

Por toda la provincia se siguen produciendo asesinatos. La Kfor informó ayer de que en la zona controlada por la brigada italoespañola (con base en Pec) fueron encontrados cuatro cadáveres en un piso cerca del hospital de la ciudad, tres albanokosovares y otro bosniomusulmán. Al norte, en Vucitrn, bajo control francés, los soldados de la Kfor encontraron un coche acribillado cruzado sobre la calzada. En su interior estaban los cuerpos de dos serbios.

[ En la frontera de Albani acon Kosovo, dos niños albaneses, de 10 y 12 años, resultaron muertos por la explosión de una mina, informa Reuters.]