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Aguamarga, naturaleza virgen en ambiente urbano

Enclavada entre los cortados a plomo repartidos por el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, en Almería, la playa de Aguamarga se presenta recoleta y salvaje. La abrigan, por detrás, un centenar de casas encaladas que guardan armonía perfecta con el entorno; en sus laterales lenguas de rocas que penetran hasta el mar y dejan adivinar, tras de sí, centenares de calas semiocultas. Recibe su nombre de la pedanía que forman las casas que se habitan fundamentalmente en verano. La playa nijareña cuenta con bandera azul y una afluencia moderada de bañistas. AGUA Transparente. Su ubicación en el Parque Natural es garantía de calidad. La playa cobija un bosque sumergido de Posidonia oceánica, planta que sólo se halla en ecosistemas de óptimo valor ecológico. ARENA Tostada. No es granulada ni tampoco fina en exceso. La orilla recoge alguna piedra de tamaño mediano par dar paso en el agua a más arenal. Su condición de espacio protegido asegura el cuidado y control necesarios. INSTALACIONES Mínimas. Cuenta con un par de duchas que se mantienen secas si el agua escasea. Los aperos playeros debe trasladarlos el propio visitante. El inconveniente de disfrutar de un entorno casi salvaje. SERVICIOS DE URGENCIA Ambulancia compartida. El Ayuntamiento acaba de establecer una caseta de socorrismo con cuatro personas en relevo. Además, una ambulancia presta vigilancia repartida entre más playas anejas.LA TAPA El Pozo Cinco restaurantes y bares se reparten a pie de playa. En cualquiera de ellos puede degustarse una ración fresca de calamares, salmonetes, merluza, sardinas, boquerones o chopitos. El restaurante El Pozo ofrece una refrescante ensalada de verano como tapa. Tomate, lechuga, pepino, maíz dulce, atún, zanahoria, aceitunas y cebolla bien aliñados devuelven al cuerpo el líquido suficiente tras la exposición solar. Apetitosa y digestiva. : ø Dirección: En la misma orilla. EL PLATO Pudin con frutas de verano El pudin no es otra cosa que un flan de huevo vestido de fiesta. En la mayoría de los casos para alegrarlo se utilizan pasas y frutas escarchadas, pero la fruta fresca resulta igualmente adecuada. En todas las neveras de verano queda siempre algún melocotón huérfano, o algunas picotas algo pochas. Una buena forma de evitar que acaben en la basura es usarlas en este postre antiguo y delicioso.: ø Preparación: Se necesita un molde rectangular de horno, cuyo fondo se cubrirá con caramelo líquido (un tazón de azúcar derretido al fuego con dos cucharadas de agua). Aparte, se bate medio litro de leche con cuatro huevos y cuatro cucharadas de azúcar. Se vierte algo de leche en el molde y se empapa con unas rebanadas finas de pan. Sobre ellas se añade la fruta, pelada y picada. Se pone más pan, se añade más batido y se completa con más fruta. El molde se mete en el horno al baño maría, a 180 grados, durante 45 minutos. Para saber si el pudin está hecho, se pincha con una aguja de punto. Estará cuando salga seca.

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