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verano 99

Paternidad responsable

El Mediterráneo encierra un mundo de vida que poco parece sorprendernos. La contemplación de los animales del mar en su medio natural resulta difícil, salvo para algunos privilegiados, y por eso suele parecer especial la visión de peces tan comunes como la castañuela. Tanto sobre las praderas de Posidonia o sobre fondos rocosos podemos encontrarla formando grupos que se desplazan de un lado al otro. Aparecen desde los alevines azulados hasta los adultos pardo negruzcos con su característica aleta caudal ahorquillada. La terminación de las aletas parece repetir el modelo y dar la sensación de una doble aleta caudal que hace todavía más fácil de identificar la especie. El verano pone en alerta al macho que, envalentonado por eso de la paternidad responsable, defiende la puesta que la hembra ha realizado en alguna zona rocosa. Los huevos atesoran la herencia genética de estos pequeños peces cuyo tamaño rara vez supera los 12 centímetros. Los ojos grandes en esa cabeza de pequeño tamaño parecen la mejor forma de vigilar todo lo que sucede alrededor, como si el peligro fuese más soportable al poder ver más y mejor. De ese celo tan especial dependerá la suerte de cientos de pequeñas castañuelas que en el Cabo de Gata encontrarán el escenario de su vida.

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