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Tres inmigrantes heridas en Girona tras arder su casa por un ataque racista

Cuando la tranquilidad parece volver al barrio de Ca n"Anglada, en Terrassa, es Girona la que vive la violencia rascista. Un edificio ocupado por familias inmigrantes en Banyoles fue atacado en la madrugada de ayer con botellas incendiarias, lo que provocó un fuego en el que resultaron heridas tres mujeres gambianas que intentaban escapar de las llamas. Horas más tarde, en otro ataque racista ardía el vestíbulo de una mezquita en Girona.

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En el incendio de Banyoles -una población próxima a Girona donde viven unos 700 inmigrantes de origen africano, de un total de 14.300 habitantes- resultaron heridas tres personas. Se trata de tres mujeres de nacionalidad gambiana. Haja T., de 27 años y embarazada de dos meses, sufrió heridas de diversa consideración y fue trasladada a la Clínica Salus de Banyoles. Otra ciudadana de origen gambiano, Halima H., sufrió quemaduras en una mano y poco después fue dada de alta. La otra herida, Fátima T., de 39 años, se rompió las dos manos, una pierna y algunas costillas cuando saltó desde el primer piso para huir de las llamas. Fue trasladada al Hospital Josep Trueta de Girona. El incendio obligó a desalojar a unas 20 personas, todas ellas de nacionaldiad gambiana, que vivían en el inmueble.Los inmigrantes tuvieron que salir por el balcón y descolgarse por las tuberías, porque las llamas hacían imposible desalojar el edificio por las escaleras. La voz de alarma la dio uno de los vecinos, que volvía de trabajar de madrugada, cuando oyó que los autores del ataque racista entraban en la escalera y arrojaban las botellas de líquido inflamable. Kayo Macalou, originario de Mali y que residía en el edicio siniestrado señaló: "Algunos vecinos del barrio miraban cruzados de brazos sin ayudar a la evacuación de los niños".

En la extinción del fuego, que afectó a varias plantas de la vivienda, trabajaron un total de siete vehículos de los bomberos. Hace solamente un mes ocurrieron unos hechos parecidos en otro edificio de Banyoles, donde también viven personas de origen africano. En aquella ocasión no hubo heridos.

El incendio también afectó a algunos vehículos que estaban estacionados frente al inmueble. A pesar de que las primeras investigaciones apuntaban a que el fuego había empezado por un cortocircuito, la policía catalana confirmó que fue provocado tras localizar en esta vivienda restos de líquido inflamable.

"Gamberrada"

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El alcalde de Banyoles, el republicano Pere Bosch, pidió ayer calma y serenidad a los vecinos de la ciudad para que no se enturbiara el clima de convivencia. Bosch también anunció que se reforzarán los controles policiales para que no se repitan incidentes de este tipo. El alcalde calificó de "gamberrada" el hecho y no quiso calificarlo de agresión racista. "Hay gamberros aquí en Banyoles que tienen el mal hábitode entrar en los bajos de de los inmuebles, a veces ocupados por inmigrantes y otros no, y que se han producido desgraciadamente en nuestra ciudad", agregó.Unas horas más tarde se repitió un ataque de tintes racistas, esta vez contra una mezquita situada en la capital gerundense. La puerta del oratorio musulmán, ubicado en la calle de Montseny, ardió porque, al parecer, los agresores habían colocado una bolsa de basura con papeles y plásticos para favorecer que e extedieran las llamas. El incendio empezó a las 10.15 horas de ayer y fue apagado gracias a la actuación de los vecinos. Para cuando llegaron los bomberos las llamas estaban ya controladas.

Todo este conjunto de agresiones racistas hace crecer el temor entre el colectivo de trabajadores inmigrantes procedentes de África. Ayer mismo, algunos de los gambianos del edificio atacado en Banyoles expresaron su intención de trasladarse. También se manifestó en este sentido Mohamed G., el joven marroquí de 23 años herido de un navajazo el pasado domingo durante una manifestación racista de los vecinos del barrio de Ca n"Anglada, en Terrassa. El fin de semana sin incidentes destacables y las once detenciones que ha hecho la policia han servido para rebajar la tensión y tranquilizar el ánimo de los vecinos, que se reunieron ayer en asamblea para tomar medidas y evitar que los incidentes de la última semana se vuelvan a repetir, pero no llegaron a ningún acuerdo concreto, según informa Efe.

Durante la reunión, que duró más de cuatro horas, los vecinos barajaron la celebración de diversos actos contra el racismo, aunque también hubo división entre quienes defendían el diálogo como vía de solución y quienes proponían la expulsión del barrio de cualquier elemento perturbador, fueran rapados o magrebíes.

Respecto a los jóvenes detenidos, ayer pasaron a disposición judicial cinco cabezas rapadas más, que fueron detenidos el sábado cuando amenazaron a varias familias magrebíes mientras circulaban en coche por el barrio de Ca n"Anglada. Tras interrogarlos, el titular del juzgado número 3 de Terrassa, el juez decano Jose Luis Valdivieso, ha dejado en libertad sin fianza a los dos más jóvenes con cargos por desórdenes públicos. El juez ha decidido prorrogar la detención de los tres rapados mayores de edad, dos chicos y una chica. En el coche también había un sexto joven que es menor de edad penal y permanece detenido bajo la custodia de sus padres.

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