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Un almacén a 30 kilómetros de Madrid

Un chalé de la urbanización Cotorredondo, en Arroyomolinos, era utilizado como caleta o almacén de parte de la mercancía que la organización distribuía en España. En la vivienda, a unos 30 kilómetros de Madrid, la Unidad Central de Estupefacientes encontró 208 kilos de heroína turca. "Ha sido una de las sorpresas de la operación", relató el comisario José García Losada, "ya que no es habitual que una red de cocaína trabaje también la heroína". La policía analizó la heroína en la creencia de que era de origen colombiano -"Colombia es hoy uno de los mayores productores de esta sustancia", explicó García Losada-, pero el laboratorio determinó que procedía de Turquía.

La vivienda estaba ocupada por Balbino L. H., un español catalogado por los investigadores como caletero o almacenista, lo que le convierte en uno de los hombres de confianza de los narcos.

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Un alto responsable del Plan Nacional sobre Drogas también se mostró sorprendido del hallazgo de un cargamento de heroína tan grande en manos de una organización ligada a los carteles colombianos. "Otras veces que ha ocurrido esto el alijo no sobrepasaba los 50 kilos", aclaró.

Pero no ha sido ésta la única sorpresa de la Operación Temple: también ha extrañado a los investigadores que una mujer -la española Ana G. A.- actuara como enlace con los jefes de la organización colombiana. Según un mando policial, "tenía casi el mismo nivel que el embajador, Alfonso León".

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