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Los expertos y los sindicatos aceptan abrir un debate social

Los expertos en el mercado laboral y los sindicatos creen positivo abrir un debate sobre la oportunidad de las prejubilaciones en empresas solventes con beneficios y en etapas de bonanza económica. No obstante, advierten de que se trata de un tema complejo. Juan Antonio Sagardoy, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Complutense, cree que "hay que hacer una distinción entre empresas que cuentan con excedentes de personal que están en crisis de aquellas con exceso de trabajadores sin que haya causas que comprometan su viabilidad". En este segundo caso es donde él estima que "hay que examinar con lupa si las causas de ajuste se dan". De todas formas, Sagardoy advierte de que cambiar la fórmula de las prejubilaciones no es nada fácil, porque "hay una cultura sindical muy arraigada, y los primeros que salen de la empresa son los prejubilables". No está de acuerdo con que habitualmente tengan que marcharse "todos los de más de 56 años, y no los de 30. Estos últimos van al paro, pero tienen posibilidades de recolocarse, mientras que para los mayores supone la partida de defunción laboral". Sugiere que se cambie la ley para limitar las causas y que deban estar debidamente justificadas en empresas con buenos resultados.

Difícil solución

Juan Francisco Jimeno, profesor de Economía de la Universidad de Alcalá e investigador de Fedea, coincide en que la solución es difícil, a no ser que "se reduzca el coste del despido o poniendo trabas al acceso a las prestaciones de paro". Él cree que, si no cambia la norma, Trabajo no puede hacer mucho para evitar prejubilaciones en compañías con beneficios, y "las empresas seguirán utilizándolas mientras les sean rentables". Los sindicatos también se muestran dispuestos al debate. El dirigente de UGT Pedro Chavero no está de acuerdo con que las empresas sin problemas carguen sus ajustes a las arcas públicas. El sindicalista añade otro frente de debate para analizar: "Por qué el 70% de las jubilaciones del año pasado fueron anticipadas y por qué las empresas rechazan a esos trabajadores para rejuvener sus plantillas". Y añade que buena parte de esos trabajadores van a la pensión mínima porque no proceden de procesos de reconversión. Su propuesta consiste en "adelantar la edad de jubilación a los 60 años".

Javier Doz, dirigente de CCOO, también muestra el rechazo de su sindicato a cualquier abuso en las prejubilaciones y defiende que las empresas aporten los costes, aunque no considera necesario hacer modificaciones legales a corto plazo.

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