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Rahola, a por la "generación Pujol"

Dice Pilar Rahola que le habían desaconsejado hacer un acto electoral en la universidad en plena época de exámenes. Sus asesores temían la competencia de las bibliotecas. A pesar de ello, la candidata del Partit per la Independència (PI) a la alcaldía de Barcelona logró concentrar a unos cincuenta estudiantes, a los que se refirió como generación Pujol, en el auditorio de la Facultad de Derecho de la Pompeu Fabra. Y aunque pueda parecer muy osado en una contienda en la que el PI se juega su ser o no ser, no les pidió el voto para su partido, sino que les pidió, con el énfasis que caracteriza todas sus arengas, que voten en clave de progreso. "Votad a quien queráis, a quien se parezca más a vosotros", dijo. Para Rahola, en esta convocatoria electoral, la elección es muy sencilla: o gana la izquierda o la derecha "más dura". "En estas elecciones no hay centro", remachó. Rahola animó a los estudiantes a ser un "factor de cambio": "Ayudadnos a que no manden los que ya estaban mandando cuando nacisteis". Es decir, a derribar los pilares que, según la candidata, ostentan el poder en Cataluña desde la llegada de la democracia. Y puso nombres: Jordi Pujol en lo político -le llamó "secuestrador de conciencias"-, Josep Lluís Núñez en lo deportivo y Juan Antonio Samaranch en lo económico. La candidata vendió el concepto Rahola a un auditorio medio entregado, medio escéptico: "Ideológicamente soy de izquierdas y, como objetivo político, quiero la independencia de Cataluña". Ahí está, según la candidata, lo que la diferencia del presidente de la Generalitat: "No digo que Pujol no sea catalanista, pero hace muchos años que no trabaja para los intereses de Cataluña, sino con intereses de clase social". En este sentido, negó que Convergència i Unió esté más cerca de sus ideas que el Partit dels Socialistes de Catalunya. El candidato convergente a la alcaldía de Barcelona, dijo, "ha descubierto el catalán hace cuatro días". "Joaquim Molins", afirmó, "decía hace unos años que esto del Estatut era una tontería". Y fue más lejos. "Yo no pactaré con un candidato cuyos amigos son Santiago Fisas y Javier de la Rosa, con un candidato que traicionará a Cataluña, como ha hecho toda la derecha, como hicieron la Lliga Regionalista y Francesc Cambó". Y es que Rahola se presentó como defensora de una pequeña parcela de "rebeldía": "En el 93 yo era nacionalista y me confundían con una pujolista". Aseguró que se le habían hecho propuestas desde la Generalitat, pero que se negó a ser un "consejero bien peinado". Desde entonces, recordó, le han dicho que fracasaría en cada convocatoria electoral. No olvidó, como colofón, que ésta es la primera en que se presenta bajo las siglas del PI: "Que nadie se confunda", advirtió.

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