_
_
_
_
_

La cámara promueve un gran aeropuerto con cuatro pistas sobre terreno ganado al mar El Prat tendría capacidad para 100 millones de pasajeros al año y podría operar de noche

El nuevo aeropuerto aún no ha nacido, pero ya tiene alternativa. Un estudio de la Cámara de Comercio de Barcelona señala que el proyecto pactado por las administraciones catalanas tiene escaso futuro. El estudio de la cámara propone un plan más ambicioso. Se trata de un aeropuerto con cuatro pistas, dos de ellas en terreno ganado al mar, con capacidad para 120 vuelos a la hora, 100 millones de pasajeros y toda la carga que el territorio pueda generar. El documento ha sido entregado esta misma semana a todas las autoridades afectadas y a las entidades representativas de la sociedad civil.

Más información
El aeropuerto funcionaría de noche al evitarse los vuelos sobre las zonas urbanas

El texto que recoge la propuesta de la cámara iba a ser presentado en público el pasado miércoles. La reunión fue convocada y, para hacerla posible, se había forzado una reunión de la comisión de infraestructuras y del comité ejecutivo de la organización empresarial. Pero el acto fue desconvocado menos de 12 horas antes tras una llamada del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, al de la cámara, Antoni Negre. Pujol pidió que el asunto no se hiciera público antes del 13 de junio con el objetivo de que no pudiera ser utilizado electoralmente por la oposición. Negre aceptó, pero remitió copias a las administraciones implicadas y a otras organizaciones sociales relacionadas con el aeropuerto. El plan es mucho más que ambicioso. Si se llevara a cabo, Barcelona se convertiría en el primer aeropuerto del Mediterráneo y uno de los de mayor capacidad de Europa. Sería, además, el primero del Viejo Continente con capacidad para vuelos nocturnos, una posibilidad que ha producido no poco entusiasmo en medio comunitarios. El inglés Norman Ashford, experto aeronáutico que visitó Barcelona la pasada semana para conocer el estudio, hizo encendidos elogios de él y aseguró que hay grandes posibilidades de que fuera financiado con fondos europeos, en especial por la capacidad para operaciones nocturnas. El proyecto exige abandonar el actual ya que ambos son incompatibles, pero presenta una ventaja añadida: en menos de un año se construiría una pista a 400 metros de la actual, lo que permitiría aumentar la capacidad del aeropuerto con un margen de entre cinco y siete años para realizar el resto de las obras. Estas dos pistas funcionarían conectadas a la terminal actual y no afectarían en absoluto a las lagunas protegidas. Durante los años siguientes, las obras consistirían en el rellenado de la playa hasta el límite en que quedará la desembocadura del Llobregat una vez desviado. Esto supone ganar entre 450 y 500 metros al mar. Sobre esta franja se construirían otras dos pistas, a 2.000 metros de las anteriores y a 400 metros de distancia entre sí. PASA A LA PÁGINA 8

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_