"Sí, he acabado con mi esposa"
José Manuel Sánchez, de 33 años, fue esposado por los agentes en el centro de Cáceres. Uno de los policías le dijo en el trayecto que estaba acusado de matar a su mujer. El hombre no respondió. Iba callado en el asiento, con la mirada perdida y el rostro triste. Los agentes estaban asombrados. El hombre que dos días antes había matado de diez puñaladas a su mujer parecía ahora un "corderito", según dijo uno de los policías. Ya en las dependencias de la comisaría de Cáceres, José Manuel comenzó a despertar de su pesadilla. Dos horas después confesaba a los agentes de " forma totalmente voluntaria", según la policía, que había sido el autor de la muerte de su mujer.José Manuel Sánchez explicó con parquedad: "Sí, he matado a mi mujer". Los agentes le preguntaron por los motivos que le habían impulsado a cometer esa barbaridad. El hombre no acertó a pronunciar nada coherente.
El presunto homicida fue conducido a la unidad psiquiátrica del hospital de Cáceres. Allí fue sometido a un análisis médico.
El comisario de Cáceres, Ignacio Muro, dijo ayer en conferencia de prensa que el acusado "no se acordaba de la fecha de su nacimiento ni de lo que estuvo haciendo en las últimas 24 o 48 horas, pero sí se confesó autor de la muerte de su esposa ", apuntó el comisario.
El cádaver de Encarnación Martín fue enterrado ayer en su pueblo natal de Abenójar, en Ciudad Real. Mil personas acudieron al sepelio. Varios vecinos indicaron ayer tarde que el homicida estaba un poco "ido". Tenía problemas de cabeza y hasta recibía "una paguita por ello", comentó uno de los habitantes de Abenójar. "Aunque aparentemente era normal, algunos sabíamos que el coco a veces le funcionaba mal", apuntó otro vecino.
